La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha remitido al Ministerio de Agricultura una carta y un exhaustivo informe que avala la necesidad de reducir los módulos, explicó ayer en un comunicado, y dentro de su intención de intentar calmar los ánimos de los agricultores y regantes ante la situación generalizada de problemas en la que se encuentran; principalmente, por los bajos precios. En la misiva, explica el Consell, solicita al Gobierno central que aplique una reducción tributaria de entre el 30% y el 100% a los cultivos que sufrieron daños durante el pasado año a raíz de las incidencias climáticas que se registraron.

En el escrito se menciona que el último ejercicio agrario se caracterizó por ser el décimo año más cálido en la Comunitat Valenciana desde 1941, así como por un régimen hídrico especialmente irregular. A estas circunstancias hay que sumar, en medio de esa falta generalizada de precipitaciones, cuatro episodios de lluvias torrenciales, entre los que destaca por sus devastadores efectos la Dana (Depresión de Altos Niveles Atmosféricos) acontecida el pasada mes de septiembre y que se cebó con gran virulencia en la franja interior del sur de Valencia y en la Vega Baja.

«La combinación de los referidos factores, agravados aún más por heladas puntuales, granizos y viento, se tradujeron tanto en pérdidas de cosecha muy sensibles como en el incremento de los costes que soportan las explotaciones debido a la necesidad de atender, según los casos, un mayor consumo de agua, de productos fitosanitarios, de piensos o de desplazamientos de animales», asegura la Generalitat.

La Conselleria de Agricultura ha solicitado formalmente al Ministerio, para que su vez traslade la propuesta al Departamento de Hacienda del Ejecutivo central, una reducción de los índices de rendimiento neto-módulos- en el régimen de estimación objetiva del IRPF que se aplica a las actividades agrarias. La petición que ha trasladado la Generalitat se concreta en una rebaja de los módulos del 30% en todos los municipios de la Comunitat Valenciana para los cultivos de cítricos, caqui y olivar, mientras que la disminución que se reclama para los frutales de hueso es del 38%.

Asimismo se demanda una mejora fiscal del 30% para las hortalizas de invierno en todas las localidades de la Veja Baja y en la zona inundada del Baix Vinalopó (término municipal de Crevillent), del 30% para el cultivo del granado en la totalidad de las localidades de la Vega Baja y Crevillent.

La consellera de Agricultura, Mireia Mollà, ha destacado «el trabajo minucioso y detallado del servicio de estudios de la conselleria sobre las pérdidas que han sufrido los agricultores valencianos a raíz del comportamiento del clima durante el pasado año». Mollà se ha mostrado confiada en la colaboración de Hacienda, necesaria para reducir los problemas derivados de esta coyuntura.

Además, señala las reuniones mantenidas de forma periódica con las organizaciones agrarias para poder determinar con la mayor exactitud posible el alcance de los desperfectos y de las áreas afectadas a fin de evitar las omisiones que se han producido otros años.