El sector agrícola de Pilar de la Horadada ha reclamado al Ayuntamiento y a las fuerzas de seguridad un refuerzo de la presencia policial en los campos e invernaderos del término municipal. Los agricultores han alertado de la frecuencia de robos de maquinaria, en especial grupos electrógenos y bombeos, que tienen salida en el mercado negro. Pilar de la Horadada cuenta con uno de los sectores agrícolas más desarrollados de la Comunidad Valenciana, de agricultura de invernadero y consagrado a la exportación.

Con el objetivo de coordinar acciones para atajar esta situación los representantes de los empresarios agrícolas fueron convocados a una reunión informativa promovida por el alcalde y el concejal de Agricultura José María Pérez Sánchez (PP), con los responsables de los cuerpos y fuerzas de seguridad que se ocupan de la vigilancia en las zonas rurales.

Al encuentro acudieron los equipos ROCA y USECI de la Guardia Civil, especializados en las labores de Seguridad en las zonas agrícolas, Policía Local y Protección Civil, sobre las tareas de vigilancia, seguimiento y control que se realizan en las zonas rurales de Pilar de la Horadada. La Guardia Civil subrayó que sin que consten denuncias formales no se puede acreditar un refuerzo policial en la zona, por lo que instaron a los afectados a registrar cada uno de los robos con denuncias.

Los mandos resaltaron la importancia de la colaboración de los agricultores en cualquier incidencia anómala que detecten, así como la necesaria interposición de las correspondientes denuncias en caso de producirse cualquier hecho delictivo, lo que «nos permite incidir más, y reforzar la vigilancia» han explicado desde la Guardia Civil.

Los agricultores cuestionaron lo complicado que es realizar las denuncias en el cuartel de la Torre del Pilar, algo que puede acumular una demora varios días. El alcalde, que hasta asumir el cargo era gerente de una empresa agrícola, y la edil de Agricultura, quisieron aclarar también que la unidad de vigilancia contra los robos de la Policía Local, que contaba con una denominación específica hasta ahora, se va a transformar para que en todos los turnos de patrulla de la Policía Local se realicen considerando labores de vigilancia concretas en los bancales. Y que sean los agentes de la Policía Local los que puedan mediar para tramitar las denuncias de forma más ágil.

Pérdidas importantes

El Ayuntamiento también quiere que se implique en esa vigilancia no solo la Guardia Civil y sus agentes municipales, también los efectivos de la Policía Nacional adscritos a la Policía Autonómica que tienen competencias para esas funciones.

La concejal de Seguridad Ciudadana, Marina Sáez, que coordinó la reunión, dijo que «nuestro pueblo, eminentemente agrícola -el sector sigue generando el 20% del empleo en la zona-, cuenta con muchas hectáreas de campo, cultivo, invernaderos y almacenes, y los sabotajes ocasionan pérdidas importantes, que ponen en riesgo la cadena de producción». Unas pérdidas a las que el Ayuntamiento no ha puesto cifras.