La principal causa del retraso en la aprobación provisional de los presupuestos de 2020 del Ayuntamiento de Torrevieja es la incorporación del enorme gasto corriente necesario para financiar los nuevos contratos a adjudicar este año. En especial, el servicio recogida de residuos y limpieza viaria y el nuevo servicio de transporte urbano. Ambas prestaciones se realizan sin mediar contrato con el Ayuntamiento desde hace años en la ciudad.La primera desde junio de 2016. El transporte se concesionaba bajo la figura de «tráficos interurbanos» con una única empresa del sector, sin permitir la participación de otras, hasta que los servicios técnicos comenzaron a reclamar que se sacara a concurso porque los itinerarios son urbanos.

El ajuste en el gasto es importante porque el nuevo pliego de condiciones dispuesto para la recogida de basura contempla un desembolso municipal de unos 25 millones de euros anuales, frente a los previstos inicialmente de 16, según ha podido confirmar este diario. Algo que hay que hacer compatible con las previsiones de gasto e inversiones reales solicitadas por cada uno de los concejales del equipo de gobierno al área de Hacienda en los últimos meses.

Los presupuestos no se han aprobado pese a que al Partido Popular gobierna con mayoría absoluta y desde el punto de vista económico las arcas municipales están más que saneadas. Pero las limitaciones al gasto público siguen en vigor y los ayuntamientos ya no pueden contar ni con el dinero que les sobra.

El alcalde Eduardo Dolón (PP) explicó ayer a INFORMACIÓN que la previsión es que esos ajustes estén cerrados esta semana. Y que la próxima pueda emplearse para compartir el proyecto de presupuesto con la oposición. Con lo que el sometimiento de las cuentas a la aprobación plenaria todavía podría realizarse durante este mes de febrero, y una vez resueltas las alegaciones, validar definitivamente el documento para su entrada en vigor en marzo. Dolón indicó también que algo que ha contribuido a una nueva demora son los cambios que ha introducido el Gobierno de España en los últimos días que permiten a los ayuntamientos disponer de algo más de margen de gasto. El alcalde asegura que la enorme inversión prevista en la renovación de esos contratos -servicios esenciales- no va a impedir que el capítulo de los presupuestos contemplen inversiones reales llamativas.

Por otra parte, el Ayuntamiento no ha podido cumplir su objetivo este inicio de 2020 de rebajar el periodo de medio de pago por debajo de los 30 días. La demora dobla esa cifra en estos momentos. Algo que impide legalmente, de momento, que se pueda emplear el remanente de tesorería de la liquidación del presupuesto de 2019 en inversiones financieramente sostenibles. Un proceso que además requiere redactar, licitar, adjudicar y realizar las obras en el mismo ejercicio. En caso de que ese superávit no pueda destinarse a ese uso, es muy probable que termine amortizando deuda. Y que la deuda viva con los bancos quede a cero tras rebajarse por el anterior mandato de casi 60 millones a menos de 20.