La empresa que gestiona el transporte urbano en Torrevieja, Avanza, mantiene las siete líneas de autobús durante el periodo de estado de alarma aunque ha rebajado la frecuencia de paso de algunas -la mayor parte mantiene la media hora- y ha suspendido la que disponía para el mercadillo. Esas líneas tienen como principal objetivo unir el centro de casco urbano con servicios administrativos y sanitarios y las amplias zonas residenciales de la periferia.

Desde hace tres semanas se han puesto en marcha medidas de protección para más de un centenar de conductores -además de las mascarillas-. Los pasajeros acceden por las puertas traseras y una especie de biombo con plancha de plástico separa el pasillo de la cabina del conductor en la zona delantera.

La mayor parte de los usuarios accede con la tarjeta ciudadana, que permite utilizar el servicio de forma gratuita de forma ilimitada durante todo el año, para los empadronados en Torrevieja. Los usuarios que sí deben pagar -1,30 el viaje- tienen que hacerlo en metálico porque el servicio carece, en la ciudad, de un sistema automático de billetes.

El número de usuarios del transporte público se ha hundido en las últimas semanas aunque sigue siendo importante para la movilidad de muchos vecinos de las áreas residenciales en las que escasean algunos servicios. Los conductores explican que los usuarios están haciendo buen uso del servicio en general "pero hay abusos". En este sentido indican que "hay gente que se pasea de forma innecesaria. Conocemos a los usuarios y sabemos que no es necesario que se recorran media Torrevieja para comprar cuando tienen el supermercado al lado. Siguen haciéndolo y nadie lo controla".

Las normas de seguridad y advertencias sobre las normas de distanciamiento brillan por su ausencia en las principales paradas. Nada en el intercambiador de las Eras de la Sal o en las paradas del casco urbano -algunas junto a accesos a supermercados- como es el caso de Ramón Gallud a la altura del Hotel Fontana. Con lo que no es raro que se lleguen a concentrarse grupos de una docena de usuarios en una superficie relativamente pequeña.

Solicitud

Por otra parte, Los Verdes han pedido tomar medidas más restrictivas de uso del transporte público municipal tras la nueva restricción de movilidad por el confinamiento con una reducción de las frecuencias y "aumentar las medidas de seguridad para los conductores y las conductoras".

Los Verdes explican que tras la paralización de las actividades no esenciales, el servicio de transporte urbano debería reducirse para ajustarse a la baja demanda prevista a partir de esta semana. La oferta de transporte público ya había disminuido desde que fue decretado el estado de alarma, pero ahora debería reducirse el número para que haya menos autobuses en circulación.

Esta medida se debe sumar a la eliminación del pago en metálico dentro del bus y a otras medidas de protección de los conductores y conductoras, entre las que se debe incluir la instalación de una mampara en todos los vehículos de la flota. Además, cabe recordar que ya se han reducido frecuencias los fines de semana desde la pasada semana, según las recomendaciones de la Generalitat Valenciana y por tanto se debe continuar en esta senda.

Esta formación asegura que el servicio discrecional de taxis debería limitar su presencia en las calles a la mitad de su flota, trabajando los días pares los que tengan licencia par y viceversa, trabajando los días impares quien tenga licencia impar; sin tener en cuenta los taxis adaptados.