Anticipación antes de la crisis sanitaria y reacción con planes concretos para recuperar social y económicamente a la ciudad. En torno a esas dos claves Emilio Bascuñana, alcalde de Orihuela abrió ayer los Foros Municipales impulsados por INFORMACIÓN sobre la gestión de la pandemia. Bascuñana hizo valer la «anticipación» de la gestión municipal como uno de los factores por los que, a su juicio, el departamento sanitario de Orihuela es uno de los que menos incidencia de casos confirmados de coronavirus sufre en la Comunidad Valenciana. El primer edil explicó en esta conferencia web, patrocinada por la firma de gestión y digitalización Global Omnium y el Ayuntamiento oriolano moderada por el periodista Toni Cabot, que el municipio se prepara para «convivir» con el virus al tiempo que reactiva sus principales sectores productivos: el agroalimentario y el turístico residencial y de la construcción. Con este objetivo se desarrollan ya cinco planes específicos en áreas esenciales para recuperar la actividad económica. El regidor aseguró que esta nueva crisis puede ser una oportunidad para convertir la ciudad que lidera en un espacio más sostenible, amable, moderna, tranquila y seguro» pese a que la ciudad todavía no se ha recuperado de los catastróficos daños de la DANA de septiembre de 2019. Sobre las dificultades con las que se van a encontrar los ayuntamientos Bascuñana fue muy crítico con el Gobierno de España que quiere, dijo, «robarles la hucha» del superávit. «Ese ahorro de los municipios es el de los ciudadanos» y debería emplearse, dijo, para que la administración más cercana a los vecinos asuma nuevas competencias e invertir en rebajar el impacto de la crisis.

En el caso de Orihuela además la situación es más complicada. «Tenemos un daño solo en infraestructuras municipales valorado en 530 millones de euros. Cuando comercio, agricultura y industria estaban empezando a salir y mejorar el escenario un poco, nos viene este palo. Todavía estamos esperando las ayudas para recuperar instalaciones esenciales ocho meses después (de la DANA) y no es admisible que no hayan llegado desde la administración central, ni de la autonómica», aseguró a preguntas del rector de la Universidad Miguel Hernández, Juan José Ruiz. «Tenemos que afrontar una carrera todos los ayuntamientos y nosotros salimos a esa carrera cojos y sin muletas. Orihuela necesita una atención especial y urgente y sintonía con las distintas administraciones, porque no somos una isla», subrayó.

Para Bascuñana ha habido dos claves para explicar la reacción de Orihuela ante la crisis sanitaria: «La respuesta de la ciudadanía ejemplar durante el confinamiento», con la labor del tejido social, del personal sanitario, recogida de residuos, limpieza, cuerpos de seguridad, servicios de emergencias o funcionarios del Ayuntamiento y sectores esenciales como el de la Agricultura, comerciantes y transportistas. Y en segundo lugar, la anticipación del municipio en tomar medidas «antes incluso de la declaración del estado de alarma con el acopio de material de protección», aseguró Bascuñana, que profesionalmente ha ejercido como médico de Atención Primaria y gerente del departamento de salud de Orihuela. «Cuando tomamos estas decisiones algunos nos tacharon de exagerados, pero afrontamos esos primeros días con serenidad y marcando objetivos claros y era momento de priorizar la atención social para que todos nuestros vecinos tuvieran cubiertas sus necesidades básicas tanto de alimentación, higiene como vivienda», aclaró. «La gestión está siendo intensa pero estamos haciendo, creo humildemente, un gran trabajo garantizando los servicios esenciales. Hemos repartido material de protección a las residencias de la tercera edad, y lo hemos hecho también a la Guardia Civil y a la Policía Nacional. Gracias a la previsión que tuvimos -y otros no tuvieron- y a la solidaridad de muchas empresas y asociaciones».

El alcalde lamentó la falta de información de la Conselleria de Sanidad durante la crisis, algo que los lectores recordaron ayer en el foro digital -disponible en la web informacion.es- , sobre el número concreto de casos por término municipal. Matizó que sí se ha sentido respaldado por la mayoría de miembros del Consell que se han interesado por la situación oriolana. «Solicité a la Conselleria de Sanidad, a la Subdelegación y a Salud Pública que nos mantuviera informados del número de casos en Orihuela para gestionar nuestros recursos, pero se prohibió compartir esa información a las administraciones locales en una clara falta de transparencia y deslealtad institucional, incluso desoyendo al presidente de la Generalitat. Tengo como alcalde la responsabilidad de gestionar los recursos de manera óptima en una situación tan delicada», aclaró.

Con el objetivo de que Orihuela «se reactive, que la economía y el empleo fluya es necesario que sectores como el turismo, la cultura o el comercio puedan recuperar su actividad cuanto antes». También con la economía digital -Orihuela va a ser sede comarcal del distrito digital de la Generalitat-.

Una reactivación que se afronta planteando estrategias «realistas»: «Tenemos que aprender a convivir con el virus y planificar adaptándonos a esa variabilidad. Destacó, ante las preguntas planteadas en foro, que Orihuela elabora un plan de promoción y desarrollo que engloba otra seis actuaciones en la promoción del turismo como destino turístico; el desarrollo del comercio y de la industrial; el empleo o un plan especial de contratación de obra pública con actuaciones pendientes de ejecución, dijo ayer Bascuñana, por valor de 45 millones de euros. Poner en valor el patrimonio cultural oriolano y un proyecto de comunicación para dar a conocer Orihuela como un destino seguro. Es imprescindible recuperar la confianza de la gente».

«La gestión de Pedro Sánchez está siendo muy deficiente»

Bascuñana fue duro con la gestión de la crisis sanitaria del Gobierno de España: «El presidente Pedro Sánchez vino durante la DANA a hacerse la foto que le exigían sus asesores. Es un presidente que no es digno de estar ahí. Y llegará el momento, que espero que sea en breve, que España puede tener la suerte de cambiar de presidente. Su gestión creo que es muy deficiente y la ciudadanía debe tener decencia y pedirle a este presidente que se vaya». Y fue más allá: «Nuestros padres y abuelos levantaron el país hace un siglo a base de trabajo y sufrimiento. Con sangre, sudor y lágrimas. Nos dejaron la herencia del bienestar, la democracia y la libertad. No podemos bajar la guardia y confiarnos. Torpes seremos si no reconocemos que en esa democracia está en riesgo por los que intentan utilizar la pandemia. La transparencia en la gestión pública hay que defenderla día a día», aseguró.