El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), mantuvo una reunión "con un grupo de empresas", según una nota de prensa del Ayuntamiento, que han solicitado diferentes subvenciones a fondos europeos, así como al IVACE para la investigación y el desarrollo de tecnología para la desalinización de agua y su uso en la agricultura, empleando energía renovable, concretamente energía eólica. Bascuñana ha estado acompañado durante la reunión por los concejales de Agricultura y Medio Ambiente, Víctor Valverde y Dámaso Aparicio, respectivamente.

La tecnología, para la que una empresa ha pedido 500.000 euros al IVACE, se basa en el uso de la energía eólica para realizar el proceso de ósmosis inversa de forma muy localizada en pozos agrícolas inservibles por el alto nivel de conductividad -sal- de sus aguas por sobreexplotación de los acuíferos.

El proceso permitiría "retirar" la sal a través de un filtrado a gran presión que requiere una gran cantidad de energía -que difícilmente se puede obtener a través de la eólica en plantas industriales-. Incluso reutilizar el residuo de sal para el deshielo de carreteras. Un uso que no es habitual en las desalinizadoras porque el agua de mar y de aforos subterráneos contiene otros residuos sólidos derivados de las salmueras al margen de la sal.

El Ayuntamiento explica en una nota de prensa que la propuesta del grupo es "realizar una experimentación que se desarrollaría en una finca agrícola del término municipal de Orihuela".

De esta manera, el Ayuntamiento ha manifestado "su apoyo a esta iniciativa y nuestra apuesta por hacer de Orihuela en un municipio pionero en este sector de energías renovables aplicadas al sector agrícola". Y es que tal y como ha recordado "nuestra ciudad y nuestra comarca son agrícolas por naturaleza y es importante avanzar en este tipo de iniciativas que ayuden a seguir creciendo a nuestros agricultores y a las empresas agroalimentarias ya que son unos de los principales motores productivos y económicos".

El PP oriolano y la formación a nivel de la Comunidad Valenciana mantiene una postura muy crítica con la tecnología de desalinización, en especial por su consumo energético que encarece mucho la producción de cada metro cúbico de agua. En teoría el uso de energía renovable para este objetivo -que solo es aplicable a pequeña escala- resolvería uno de los principales escollos a la producción de la desalinización.