"Lo que han hecho es un atropello. Y estamos muy enfadados con el trato que hemos recibido por parte del Ayuntamiento de Orihuela cuando algunos llevamos pagando nuestra ubicación en el mercadillo de Playa Flamenca desde hace 19 años". Así se expresaba esta mañana un nutrido grupo de vendedores del mercadillo semanal de los sábados de Playa Flamenca que ha protagonizado una protesta para denunciar lo que califican como "trato injusto" por parte del Ayuntamiento de Orihuela. Más de cien puestos han sido desplazados hasta cincuenta metros de su zona habitual para "dejar hueco y meter con calzador" a cuatro puestos de alimentación situados al principio de la avenida, en el principal acceso a la zona comercial, en la confluencia de Nicolás de Bussy con la calle Pintor Ribera.

Antes de la crisis sanitaria esos cuatro puestos -frutas, verduras y frutos secos- se encontraban en el extremo opuesto de la calle, a 900 metros en línea recta, con mucha menos confluencia de clientes, junto al Colegio Los Dolses.

De la ubicación de un puesto en cualquier mercadillo de entidad depende el futuro de la actividad. Si está en la entrada del flujo de usuarios los ingresos se pueden multiplicar y en la actual situación los accesos a los mercadillos -a los que antes se podía entrar por cualquier bocacalle- se limitan a un par para controlar que los usuarios tomen medidas higiénicas.

En las primeras fases desescalada los mercadillos solo estaban autorizados a ofrecer alimentos y productos básicos. En ese momento se ubicaron en el principal acceso al mercado en la avenida de Nicolás de Bussy esos cuatro puestos.

Cuando la actividad del mercadillo se ha normalizado, con todo tipo de mercancía y 320 paradas a lo la largo de una amplia avenida de casi un kilómetro de longitud, docenas de puestos se han visto desplazados más lejos de esas entradas.

Los vendedores lamentan la falta "de seriedad" del Ayuntamiento de Orihuela a la hora de gestionar la ubicación puesto que el municipio no ha llegado ni a notificar por escrito estos cambios a los placeros. Tampoco ha explicado por qué escogió "a dedo" a un grupo de puestos de frutas para trasladarlo al acceso principal y con qué justificación pretenden consolidar ese cambio de emplazamiento una vez que "ya estamos en la nueva normalidad".

Cambio de versión

La Policía Local se limitó el sábado pasado a indicar a los afectados que ya expresaron sus primeras protestas que se "movían" de sitio de forma definitiva sin dar explicaciones. Este sábado los agentes de la Policía Local han modificado en algo su versión: los abogados de los vendedores ya se han puesto en contacto con el concejal del área Victor Bernabéu. Y la han cambiado, justificando la reubicación en la provisionalidad de las medidas dispuestas por la crisis sanitaria y han dado a entender que los emplazamientos volverán a ser los mismos que antes de la pandemia en breve.

"Hubiéramos arrimado el hombro desde el principio si nos hubieran dado explicaciones. Nos han tratado como si no fuéramos nada, y decidiendo a dedo. Llevábamos tres meses sin trabajar. Nos ha costado mucho sacar adelante estos puestos. Ahora después de 20 años, Playa Flamenca es un mercadillo importante y se debería cuidar a los que tienen más antigüedad".

"Hacemos mercados todos los días y esto no ha pasado en ningún otro municipio. En todos hemos vuelto donde estábamos. No es justo que se aproveche la crisis del covid para beneficiar a unos pocos a costa de muchos", han indicado en una protesta improvisada cono distintos carteles en la propia avenida.

En el término municipal de Orihuela se celebran una decena de mercadillos semanales. Los más importantes son los del martes en el casco urbano y los de La Murada y Playa Flamenca los sábados. El municipio ha realizado un esfuerzo para que todos los espacios -tan importantes para la economía de miles de autónomos y con una gran demanda de ciudadanos extranjeros en la Costa- contaran con las medidas de higiene y seguridad. En el caso de playa Flamenca la entrada principal está custodiada por policía local y seguridad privada que se asegura que todos los usuarios realizan higiene de manos con gel desinfectante y acceden con mascarillas.