n La dirección de Atención Primaria y la gerencia del Departamento de Salud de Orihuela sostienen que se está «haciendo una auditoria de todas las líneas y extensiones telefónicas de los centros y se está aumentando el número de celadores y administrativos en todas las zonas para atender todas las llamadas». Se trata, según explican, de una de las medidas adoptadas para ajustar el funcionamiento de los centros sanitarios a las restricciones obligadas por el coronavirus.

«Se ha controlado la accesibilidad a los centros de salud con la finalidad de evitar aglomeraciones en salas de espera y que sean espacios seguros tanto para los pacientes como para los profesionales que los atienden. Además se debe priorizar la cita telefónica a la presencial si el motivo de consulta lo permite, puesto que mediante ellas se pueden solucionar actuaciones como la renovación de tratamientos, realización de informes de salud, notificación de resultados de pruebas complementarias, seguimiento de pacientes crónicos tras alta hospitalaria o tras valoración por un especialista o solicitar controles analíticos o de pruebas complementarias a pacientes estables con autocontrol en su domicilio», entre otras cuestiones.

Por todo ello explican que se ha reorganizado la atención en los centros de salud afectando principalmente a la accesibilidad y a la manera de realizar su actividad, incluyendo controles de acceso, cribado de la demanda, fomento de la consulta no presencial, modificación física de espacios o creación de circuitos específicos covid-19. «Todas estas medidas se están revisando continuamente para ir mejorando la accesibilidad en función de la evolución de la pandemia», subrayan a este diario.