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Orihuela retira 30 toneladas de basura, enseres y vegetación para evitar que los arrastre una gota fría

Los trabajos de limpieza se centran en el Monte de San Miguel y en los barrancos del casco urbano donde se acumulan numerosos residuos

Un grupo de operarios lleva a cabo, ayer, la retirada de maleza y vegetación seca en la ladera del monte, cerca del rincón hernandiano. información

El Ayuntamiento de Orihuela está llevando a cabo una limpieza a fondo en el Monte de San Miguel y en los barrancos del casco urbano del municipio ante la posible llegada de una gota fría, como la que sufrió la Vega Baja hace casi un año y que está en el recuerdo colectivo de la comarca. Basura, enseres y vegetación seca se acumulan en la ladera del monte y en los muchos barrancos que desembocan en las calles de la ciudad, lo que supone un grave peligro en el caso de que sean arrastrados por unas fuertes lluvias.

La Concejalía de Medio Ambiente coordina estos trabajos y estima que se retirarán nada menos que 30 toneladas de basura, plásticos, enseres y matorrales del entorno del Monte de San Miguel y de los distintos barrancos del casco urbano de la ciudad, según pudo confirmar ayer INFORMACIÓN. Para llevar a cabo estos trabajos, la Concejalía de Medio Ambiente cuenta con una brigada de 15 peones agrícolas procedentes de programas de fomento de empleo que, junto a personal Aseo Urbano y Recogida de Basuras, están retirando todos aquellos elementos, como residuos, ensere y matorrales que se encuentran en dichas zonas y que pudieran dificultar el tránsito de avenidas de agua y el colapso de las zonas de evacuación del agua una vez lleguen estas al casco urbano.

El edil de Limpieza Viaria y Medio Ambiente, Dámaso Aparicio, explicó ayer que desde las dos áreas municipales se han iniciado los trabajos de limpieza «con el objeto de evitar que sean arrastrados por las fuertes lluvias que se pueden dar de cara a los próximos meses en la localidad».

El Ayuntamiento está actuando en las zonas de cauce de barrancos cercanas al barrio de San Isidro, la calle Castillo, el Pocico de Santiago, el entorno del Seminario diocesano y la calle Arriba - Rincón Hernandiano así como en el barrio de San Antón.

Colaboración

El edil de Medio Ambiente explicó ayer que su concejalía mantiene conversaciones permanentes con la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) «que nos traslada su compromiso de actuar en la limpieza del cauce del río así como de ramblas y barrancos de su competencia tanto de la parte que corresponde a la sierra como de la zona costera, entre los que destaca la previsión de limpieza de río seco y río nacimiento». Dámaso Aparicio manifestó su «deseo» de colaboración entre las distintas administraciones. «Espero que estas medidas se lleven a cabo por igual por parte de todas las administraciones en el ámbito de sus competencias y lo antes posible, para así intentar evitar cualquier en todo lo posible daño en época de fuertes lluvias tanto en Orihuela como en el resto de la Vega Baja».

Desde el consistorio insistieron en que, para que dichos trabajos sean duraderos, es fundamental la colaboración ciudadana, «asumiendo su cuota de responsabilidad en el cumplimiento de la ordenanza municipal y del mínimo sentido común no procediendo al vertido de residuos al medio natural propiciando el depósito de estos en los contenedores habilitados a tal fin», indicó el concejal oriolano.

En la ladera de la sierra y en los barrios del entorno del Monte de San Miguel suele acumularse mucha basura, enseres y electrodomésticos que son abandonados allí por quien no es consciente de que una avenida de agua arrastraría esos residuos a las calles de la localidad lo que podría ocasionar graves daños si alcanzan a una persona. Durante la DANA de septiembre cientos de objetos fueron arrastrados por la corriente en esos humildes barrios que fueron de los más afectados por las lluvias torrenciales.

Estos trabajos de limpieza se complementan con las obras de pluviales iniciadas hace unos días, como adelantó este diario, en Las Espeñetas, Plaza Monserrate y las calles adyacentes para minimizar los daños en el caso de que una nueva DANA golpee la ciudad y antes de que llegue el periodo más crítico para la formación de las gotas frías que, según los expertos, cada vez serán más habituales. Los trabajos se centran en la mejora del funcionamiento del sistema actual de recogida y transporte de aguas pluviales, con nuevos imbornales para la captación de las aguas de escorrentía, así como la mejora de los existentes. Esta actuación permitirán un mejor funcionamiento de la red de alcantarillado, al liberarla de gran parte de las aguas pluviales, así como la reducción de las inundaciones locales que se producen de forma recurrente en la zona, al aumentar la capacidad de drenaje de las aguas.

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