Ciento diez alumnos de quinto y sexto de Primaria del Colegio Inmaculada de Torrevieja iniciarán el curso en septiembre en el espectacular complejo del Auditorio y Conservatorio Internacional de Torrevieja. El Colegio Inmaculada, situado en el casco urbano de la ciudad y que data de los años sesenta, está apuntalado desde octubre de 2017 a la espera de un proyecto de demolición y construcción de un nuevo centro desde ese momento.
Durante todo este tiempo los alumnos han ido ocupando cada uno de los rincones de las instalaciones, dividiendo biblioteca, claustro e incluso huecos de escalera para adaptarse a la situación y con la prioridad de no tener que desplazar a una parte de sus alumnos a otros centros de la ciudad. Sin embargo, los requisitos de seguridad sanitaria impuestos para el inicio del curso para evitar los contagios por coronavirus son incompatibles con esta distribución. Son necesarios más espacios para cumplir con la obligación de formar grupos estables reducidos de solo 20 alumnos por aula. La Generalitat formalizó en febrero la adjudicación del proyecto de demolición y construcción del nuevo Colegio de La Inmaculada. Solo el proyecto, con un plazo de ejecución de seis meses desde su adjudicación, tiene un coste de 240.000 euros.
Ahora y casi una década después de su inauguración el Conservatorio Internacional de Torrevieja va a servir para algo. El proyecto megalómano del entonces alcalde Pedro Hernández avalado primero por el presidente Eduardo Zaplana y después por Francisco Camps ha estado criando polvo durante todos estos años junto al Auditorio Internacional -que la Generalitat sí reactivó en 2017-. El edificio ni tan siquiera ha sido abierto al público para mostrarlo a los medios de comunicación.
El Conservatorio Internacional, concebido precisamente para albergar clases reducidas de estudios musicales, tiene capacidad para albergar a 240 alumnos. Cuenta, entre otras dependencias con 5 aulas de instrumental individual, 13 de aulas enseñanza colectiva y 11 salas de música de cámara, además de biblioteca, videoteca, fonoteca y laboratorio de música y hasta un espacio para cafetería.
Durante todos estos años el Ayuntamiento ha intentado que la Sociedad Proyectos Temáticos (SPTCV), constructora del complejo y tiene el derecho del uso de superficie del recinto hasta octubre de 2021 le diera un uso al edificio, con instalaciones como el Conservatorio de Torrevieja e incluso como sede de universidades privadas. Este diario preguntó por qué no se traslada también a una parte del alumnado del Colegio Amanecer, que lleva en barracones desde 2004, a estas modernas instalaciones. El concejal de Educación, Ricardo Recuero explicó que el Colegio Amanecer no ha expresado tener necesidad de contar con nuevos espacios al margen de sus actuales módulos prefabricados.
La comunidad escolar del Colegio Inmaculada rechazó de plano en el curso 2018-2019 que los alumnos de esos dos cursos -cinco clases- fueran reubicados en el Colegio Habaneras porque separaba a hermanos escolarizados y generaba problemas organizativos. Esa postura de los padres obligó entonces a la administración educativa a replantearse el nuevo proyecto, con una demolición integral y la construcción de nuevas dependencias en el mismo solar que actualmente ocupa el centro.
Las circunstancias ahora han cambiado. La Asociación de Padres de Alumnos ha explicado este jueves a INFORMACIÓN que el Ayuntamiento de Torrevieja y la Conselleria de Educación están trabajando en este traslado desde el pasado mes de julio. De hecho, la AMPA informó a los padres sobre la decisión de reubicar a 110 alumnos a finales de julio en su sitio en Facebook. Ayer el equipo directivo convocó a los padres de 5° y 6° a una reunión informativa sobre la situación que se presenta al reajustar las clases según las instrucciones para el próximo curso, y la conocida y padecida falta de espacio físico de nuestro centro.
Para la Asociación de Padres el aulario "cuenta con las condiciones necesarias para dar clases, es nuevo, climatizado, tiene zona de patio con sombra y zonas verdes... Los niños se trasladarán en autobuses gratuitos provistos por Conselleria desde y hacia el colegio Inmaculada, y podrán disfrutar del servicio de comedor y extraescolares en el colegio a la vuelta". La dirección territorial de Educación dispondrá en estas dependencias de conexión a internet, teléfono y un conserje. El equipo directivo preparará "la mudanza del mobiliario y la distribución horaria según el equipo de maestros de que dispongan, para que afecte lo menos posible al normal funcionamiento de todo el centro".
Esta "propuesta que nos han hecho es la mejor posible dadas las circunstancias... Y las circunstancias han cambiado con respecto a la anterior propuesta de traslado (al Habaneras). No podemos permanecer en el centro evitando la reducción de ratio de todos los grupos del colegio. Lo primero es la salud de nuestros hijos".
El AMPA agradece la labor del concejal de educación, "quien se ha implicado en ofrecernos la mejor solución posible, y a nuestra directora Eva, quien valientemente ha cogido el timón del CEIP Inmaculada en estas circunstancias adversas y que nos consta que junto con su equipo directivo están trabajando sin horario para que todo esté a punto en septiembre".
La mayor dificultad que encuentra la comunidad de padres con el cambio de ubicación es la lejanía del centro escolar con respecto al casco urbano. El Colegio Inmaculada es junto el Colegio Cuba, el único al que la mayoría de alumnos llega a pie y los alumnos cuentan con el respaldo familiar, no solo de los padres para las entradas y salidas. Ahora los padres deberán plantearse otras alternativas si deben recoger a los alumnos fuera del horario del transporte por alguna urgencia.
Desde el centro se comunicarán los horarios y demás detalles de organización por Web Familia.
