El patio del IES El Palmeral de Orihuela se ha convertido en una improvisada clase donde los alumnos están cursando algunas de las asignaturas. La decisión de mandar a parte del alumnado a dar las clases en el porche del instituto, algunos sentados en pupitres y otros, incluso, en los bancos, ha sido de la dirección del centro ya que hay más alumnos que espacio en las aulas por el hecho de tener que cumplir con las medidas de distanciamiento y seguridad por el covid-19. En bachiller son hasta 31 los alumnos por clase y hay asignaturas, como la de Diseño de segundo de Bachillerato en con 48 alumnos matriculados.

Una medida que ha molestado a los alumnos y a sus padres, que consideran que el patio no es lugar para dar clases. «¿Qué va a pasar cuando llueva o empiece el frío?», se pregunta el padre de una de las alumnas de Bachiller de Arte, muy molesto con la decisión adoptada. «Siempre se ha dado en este centro algunas clases de dibujo en el exterior, para pintar algún elemento del exterior, pero no para dar clases teóricas y otras asignaturas como ahora», se queja una de las alumnas que tiene que bajar todos los materiales al patio cada vez que los mandan al exterior a impartir la clase.

Los alumnos llevan tres días de protesta y de huelga -algunos no están yendo al instituto- para protestar por la decisión (aunque desde la dirección del centro aclaran que quienes no han ido a clase están secundando la huelga nacional convocada por el Sindicato de Estudiantes y no por esta causa), que parte también del hecho de que el centro esté estudiando realizar un sorteo para que una parte de los alumnos de la asignatura de Diseño pasen a impartir una de las otras dos optativas en las que se ha matriculado menos alumnado, Cultura Audiovisual y Artes Escénicas. Con casi medio centenar de alumnos en Diseño, el aula se ha quedado muy pequeña por el hecho de tener que mantener las distancias por el coronavirus dejando una mesa de separación sin usar. Según denuncian los alumnos, incluso han llegado a faltar sillas y mesas, viéndose algunos obligados a tomar los apuntes en sus rodillas.

Amplio

El centro decidió usar el patio, más amplio, como aula para varias asignaturas, aunque esta decisión no ha gustado ni al alumnado ni a los padres que se preguntan «¿por qué no se ha desdoblado la clase con otro docente en lugar de mandar a los alumnos al exterior del edificio sometidos a las inclemencias del tiempo?». Los alumnos también ven injusto que se haga un sorteo para cambiarlos de materia. «Nos matriculamos en la asignatura que queríamos, y nos dejaron, y ahora nos quieren cambiar, y podían haberlo pensado antes de empezar el curso», señalan. Han iniciado una recogida de firmas y, además de quejarse de la falta de desinfectante en las aulas -que la dirección del instituto niega que no haya-, proponen que se instale un aula prefabricada en el patio si tienen que estar todo el curso dando sus clases fuera del edificio.

Una medida que no contempla la dirección del instituto. Su directora dijo ayer no entender las protestas de padres y alumnos y anunció que estudia adquirir una carpa. «El profesorado ha sido quien ha considerado dar las clases en el patio y al ser un bachiller de Arte hay asignaturas en las que se necesita un caballete y para eso hacen falta aulas muy grandes y no hay», señaló Veronica Segura. La docente asegura que el instituto ha puesto todas las medidas de seguridad, como el habilitar la sala de usos múltiples y la biblioteca como aulas, y considera justo el sorteo por el alto número de alumnos en Diseño. «Vamos a recolocar al alumnado y estamos terminando de reorganizar el centro, solo llevamos dos semanas de clase», dice. Y añade que «el hecho de dar clase en el patio es lo menos perjudicial porque se está diciendo que cuanto más aire corra mejor para no contagiarse, allí están seguros y hay una pérgola estupendísima», zanjó.