Una buena noticia relacionada con la crisis sanitaria: la Generalitat Valenciana acaba de autorizar al promotor del ciclo de conciertos que el parque Antonio Soria a duplicar el aforo de espectadores de 400 a más de 800 tras considerar que existe, en estos momentos, una situación epidemiológica de Torrevieja "de riesgo bajo" en la ciudad para eventos masivos al aire libre si se cumplen todas las medidas de prevención.
La petición registrada por Producciones Anju - empresa contratada por el Ayuntamiento para organizar estos conciertos- señala que la Generalitat ha recibido solicitud para la realización de los Conciertos Música y Sal en el Parque Antonio Soria para el día 25 de septiembre con el concierto de Pablo López; el sábado, día 26 de septiembre con Coque Malla, y el domingo día 27 de septiembre Ismael Serrano.
La subdirección general de Epidemiología, Vigilancia de la Salud y Sanidad Ambiental ha valorado la situación epidemiológica en el municipio de Torrevieja como de riesgo bajo para la celebración de eventos masivos, "atendiendo a la capacidad de adoptar medidas de prevención y cumpliendo con la resolución del 17 de agosto por la que se deben adoptar medidas de protección frente al Covid."
Los Morancos, José Mercé y Shinova actuaron solo ante unos 400 espectadores
El ciclo de conciertos Música y Sal y Torrevieja Ríe -un festival de monólogos- se han estado desarrollando durante todo el mes de septiembre en ese recinto con algo más de cuatrocientas personas de aforo -porque las peticiones anteriores rebajaron el número total de asistentes ante una situación de mayor riesgo-. Con ese público han actuado, por ejemplo, Alba Reche, David Guapo, Carlos Latre, José Mercé o Los Morancos, entre otros artistas.
La limitación de aforo a 800 personas deja muy poco margen para el beneficio de las productoras que organizan conciertos por encargo de los municipios, además con limitaciones para el movimiento de los espectadores a barras y otros servicios lo que disminuye los ingresos.
Pero su reducción a 400 obligaba a asumir pérdidas pese a que el sector cultural también ha rebajado su caché en la actual situación sanitaria.
