El Ayuntamiento de Orihuela ingresará 565.000 euros por la enajenación por subasta de suelos urbanos residenciales en la costa de los 21 millones de euros (impuestos incluidos) que tenía previsto ingresar, cifra en la que estaban tasadas las tres parcelas urbanizables ofertadas por el municipio. Solo dos empresas se han presentado al proceso y lo han hecho exclusivamente para hacerse con el lote 1. Un solar urbano en el sector El Garbanzuelo, una urbanización semiconsolidada en el extremo noroeste del término municipal, lindando con Torrevieja y la autopista de Alicante-Cartagena.
La empresa Oasis Hills S. L. ha presentado una oferta con una puja de 565.000 euros. Adquiere una finca de 6.951 metros cuadrados, con una edificabilidad de 3.659 metros cuadrados, según confirmó ayer a INFORMACIÓN el edil de Patrimonio, Rafael Almagro (PP). El Ayuntamiento de Orihuela había sacado a subasta otras dos parcelas -lote 2 y lote 3-. El lote 3 -ubicado en uno de los enclaves más apreciados por el sector- está situada en el PAU-21, (Colinas Golf Resort), cuenta con una superficie de 38.539 metros cuadrados de suelo, de los que 24.194 metros son edificables, y tenía un valor tasado de 14,4 millones de euros. Pero no se han presentado ofertas por ella.
Amigos de Sierra Escalona sí había registrado un escrito para intentar sacar este terreno del procedimiento de enajenación, sin que esa reclamación fuera atendida. Los ecologistas recordaron el enorme valor ambiental de la zona en la que está ubicado el residencial de lujo, donde ya se han eliminado en los últimos años amplias zonas forestales -con el visto bueno urbanístico-, en el corazón del paisaje protegido.
La segunda parcela está ubicada en el sector La Cuerda, en el acceso a Villamartín desde la N-332 en Aguamarina, con una superficie de 15.861 metros cuadrados y 7.726 metros cuadrados de edificabilidad de techo. Esta urbanización está ubicada entre La Regia y Castillo de Don Juan, en segunda línea de costa oriolana. La tasación en este caso era de 4.2 millones de euros. Tampoco se han presentado ofertas. El proceso administrativo de apertura de plicas se llevó a cabo ayer martes en el Ayuntamiento de Orihuela. Era la segunda ocasión este año que el Ayuntamiento intentaba completar la subasta, sin modificar el grueso de la tasación. En mayo, en pleno estado de alarma, quedaron desiertos los tres lotes. Ninguna empresa ofertó por los terrenos.
La subasta de suelo de propiedad municipal y urbanizable es una sólida fuente de financiación para las arcas municipales desde hace más de dos décadas y ha permitido al municipio oriolano ingresar de una sola vez cantidades multimillonarias. Estos terrenos urbanos -de los que queda una reserva importante a lo largo de 15 kilómetros de costa y segunda línea de costa, se incorporaron al patrimonio municipal con las compensaciones obligatorias que deben aportar los urbanizadores a la administración en el desarrollo de sus planeamientos. En el caso de Orihuela desde el proceso de urbanización de miles de viviendas turísticas a raíz de la aprobación del Plan General de 1990, que transformó su litoral en una referencia del turismo residencial europeo.El concejal Rafael Almagro explicó que, tras este segundo intento, el municipio no tiene intención de impulsar un tercer procedimiento para enajenar los dos lotes que han quedado desiertos. Y tampoco, ha matizado, se va a rebajar su valor de tasación.
Postpandemia
La crisis sanitaria y la incertidumbre que ha generado en el mercado inmobiliario provocó en mayo que los tres lotes quedaran desiertos en el primer concurso y que ahora solo se haya cubierto el primero. La respuesta de las empresas inmobiliarias puede resultar engañosa.
A lo largo y ancho de Orihuela Costa se sigue construyendo -las obras no se pararon ni en la fase de confinamiento más aguda- y se siguen vendiendo segundas residencias en el mercado de primera venta y, sobre todo, en el de segunda mano pese a las restricciones de viajes. Antes del estado de alarma Orihuela Costa se situaba a la cabeza en el ranking nacional en inicio de viviendas turístico-residenciales. Pese a que muchas de las nuevas viviendas son de compradores europeos que no han podido visitar España estos meses, las transacciones se mantienen.
