Los vecinos de un céntrico edificio de Callosa de Segura se oponen a que la Conselleria de Vivienda compre a la Sareb (el conocido como «banco malo») 22 viviendas de su inmueble para destinarlas a alquiler social. Los propietarios mostraron ayer su rechazo y «preocupación» tras conocer que la adquisición a la Sareb de 22 inmuebles en la localidad para vivienda social, que anunció el conseller de Vivienda Rubén Martínez Dalmau la pasada semana en una visita a Callosa, serían las que están vacías en su edificio. Temen que con la llegada en bloque de 22 familias sin recursos el edificio se convierta «en un gueto» y «se generen problemas de convivencia», señaló ayer el asesor jurídico de los vecinos, José Francisco García.

El responsable de la Conselleria de Vivienda dijo que su departamento estaba ultimando la compra a la Sareb de 22 inmuebles para que puedan ser destinadas a viviendas sociales para dar soluciones habitacionales y alquileres sociales, por un montante aproximado a los dos millones de euros, que sería el precio que está dispuesto a pagar el Consell por esas casas, la mayor inversión en vivienda pública en la comarca. Pero no especificó dónde estarían esas viviendas ni que fuera en el mismo céntrico edificio. Los vecinos aseguran que no se oponen a que la Generalitat otorgue alquileres sociales ni a que en su edificio «puedan acoger a dos o tres familias», pero sí a que las 22 familias sin recursos a las que irán destinadas las casas que adquiera el Consell se reubiquen en su bloque de pisos, que compraron hace ocho años. «No nos oponemos a las soluciones habitacionales, pero sí pedimos que se haga una distribución homogénea de esas familias en diferentes viviendas de todo el municipio», explicó García. Una propuesta que, según fuentes municipales consultadas por INFORMACIÓN, apoya el Ayuntamiento que considera que la ubicación escogida por la Conselleria de Vivienda «no es la mejor», según las mismas fuentes. El Ayuntamiento tienen mucho que decir en este asunto puesto que debe firmar un convenio con la Conselleria de Vivienda ya que, tras la adquisición de los inmuebles, la gestión de los mismos correría a cargo del consistorio.

En pleno centro

En el enorme bloque de pisos, que da a dos calles, Cervantes y Alameda, solo se vendieron cinco de las 27 viviendas construidas, el resto están vacías y fueron propiedad de una entidad bancaria hasta que pasaron a formar parte de los activos inmobiliarios de la Sareb. Su localización es ideal, en pleno centro urbano de Callosa, frente al Mercado de Abastos y al Colegio Primo de Rivera. «No queremos que el centro se convierta en una zona marginal», señaló el asesor jurídico de los vecinos, quien añadió que «meter a 22 personas de golpe, en su situación, aquí, es un atropello y va a generar problemas de sociabilidad y convivencia», tras asegurar que esos problemas los están sufriendo en otras zonas del municipio como el Barrio de la Cruz y la avenida Constitución.

El edificio está en el centro de Callosa, frente al Mercado de Abastos, y da a dos calles Tony Sevilla

Jose es uno de los vecinos que compraron en 2012 una de las viviendas de este edificio, cuyo precio de venta osciló entre los 120.000 y los 180.000 euros y que incluyen garaje y trastero, además de un amplio espacio interior de hasta 180 metros cuadrados y calidades de primera. «Yo me he hipotecado por 30 años pagando más de 400 euros al mes por una casa que me ha costado 140.000 euros y ahora no sabemos quienes entren si ni siquiera van a poder pagar la luz, el agua o la comunidad; ¿quién va a querer vivir ahora es estos pisos?», se pregunta, mientras indica que «lo que está claro es que van a perder valor las viviendas, se van a devaluar».