La magia y la belleza del Mediterráneo se funden en el municipio costero de Guardamar del Segura, situado en el sur de la provincia. Cuenta con más de 11 km de dunas que forman un impresionante espacio protegido para los amantes del mar, la quietud y la naturaleza, y es un lugar perfecto y seguro para visitar durante todo el año.

Dunas y pinada: 11 km de playas

Sus 11 km de playas bordean el Parque Natural de la Pinada y Dunas de Guardamar, de más de 800 hectáreas y 1.400 metros de amplitud máxima: estamos ante el bosque litoral más extenso de la Costa Blanca. Las dunas fueron repobladas a inicios del siglo XX con abundancia de pinos, eucaliptos y palmeras.

Al norte de la desembocadura del río Segura, Els Tossals es una playa naturista de 2 km. Al sur, les esperan 9 km de playas de finas arenas: Els Vivers, La Babilònia, Centre, La Roqueta, El Montcaio, El Camp y Les Ortigues. Las urbanas son Centre –bordeada por el Paseo Marítimo– y La Roqueta.

Platja dels Tossals

Capital culinaria: De la tierra la ñora y del mar el langostino

Guardamar –con su excelente oferta de restaurantes– es un «lugar de peregrinación» para los amantes de la buena mesa. Productos emblemáticos de la huerta circundante, la desembocadura del Segura y el mar Mediterráneo crean el clima perfecto.

Así, la «Setmana Gastronòmica de la Nyora i el Llagostí» tiene lugar la primera quincena de junio desde el 2005. En 2021 celebrará la XVII edición del evento gastronómico y turístico, que se ha convertido en referencia nacional e internacional.

Patrimonio cultural: La gran apuesta de futuro

Levantado junto a la «gola» o desembocadura del Segura, Guardamar ha sido un punto de encuentro de las culturas mediterráneas desde la antigüedad. A lo largo de los años 2019 y 2020, se han llevado a cabo inversiones de gran calado ‒con fondos europeos, autonómicos y locales‒ que la sitúan como una de las ciudades costeras con más solera del Mediterráneo occidental.

De su extenso patrimonio, destaca el yacimiento arqueológico de La Fonteta (s. VIII a. C.), una de las más notables ciudades fenicias en el Mediterráneo. A su lado se levantó –un milenio después– la Rábita Califal, cuya piedra fundacional data del año 944, en época de Abderramán III. Es uno de los monumentos islámicos más venerables y sagrados de la Península Ibérica. Su extraordinario estado de preservación se debe a que estuvo enterrado bajo la arena de las dunas durante siglos.

Rábita Califal (s. X).

En el cerro del Castell –coronando el casco urbano– se han excavado restos desde la cultura íbera hasta la Edad Contemporánea. Sus murallas se divisan con nitidez desde la carretera N-332 Alicante-Cartagena a su paso por Guardamar. Aquí estuvo la villa de Guardamar –fundada en 1271– hasta los terremotos de 1829. La población se trasladó a la ladera de levante, a menos de 500 pasos del mar.

A lo largo del año 2020 –con una importante intervención europea, autonómica y local– se ha levantado y restaurado todo el perímetro. Desde la llanura del castillo tendrán una vista magnífica de la costa, con la isla de Tabarca al fondo. A poniente, se despliega una panorámica espectacular de la Huerta de la Vega Baja.

Alojamiento, compras y ocio

Guardamar pasa de sus 20.000 residentes a más de 60.000 en temporada alta, siendo las playas más visitadas de la Vega Baja.

Además, posee el alojamiento turístico reglado más significativo al sur de Alicante, con 4.500 plazas en hoteles, pensiones, apartamentos y camping.

Nueva web turística

Podrás encontrar toda la información turística del municipio visitando su nueva página web www.guardamarturismo.com

En ella, podrás preparar todo lo necesario para tu escapada de fin de semana o excursión a Guardamar del Segura: desde la reserva hotelera online hasta restaurantes, comercios y un amplio abanico de oferta deportiva y lúdica, tanto marítima como terrestre.