También hace calor, hay humedad y se sufren grandes lluvias seguidas de duras sequías, pero no hay arcasiles ni bajoquicas como los de nuestra Vega Baja.

A a una distancia de 6.628 kilómetros y ubicada en la costa del océano Atlántico se halla un municipio con nombre idéntico a la comarca alicantina. 21 horas se tardaría viajando en avión desde Orihuela. La Vega Baja de Puerto Rico es una ciudad de 59.662 habitantes, conocidos por el gentilicio de vegabajeños y vegabajeñas.

Fundada en 1776, es conocida también como “La ciudad del Melao Melao”, en referencia a su pasado dedicado a la caña. Este municipio comparte con la comarca de Alicante sus humedales y tierras fértiles que le han valido también el nombre de “Ciudad del Naranjal”, debido a que era esta la fruta que más se cultivaba en la zona. Por sus características geográficas y su clima no es de extrañar que la agricultura sea un un imprescindible en su economía, tal y como ocurre en el enclave alicantino. Además de las zonas llanas y húmedas ideales para el cultivo, su cercanía con el mar y su ubicación geográfica dotan a este lugar de unas playas paradisíacas donde desembocan dos ríos: el Río Cibuco y el Río Indio, que nacen de las montañas de Corozal y Morovis, donde es habitual observar a deportistas haciendo senderismo o escalada, debido a sus grandes paredes, que nos recuerdan a vías ferratas como la de Redován.

Si observamos las estadísticas climatológicas las similitudes son aún mayores: La Vega Baja de Puerto Rico (estado libre asociado de los EE.UU.) pasa de estar en temporada absolutamente seca a una temporada húmeda (con temporadas de relativa lluvia y otras de relativa sequía). En la zona abunda el sol y las DANA o gotas frías son también habituales. La época de mayor incidencia de tormentas, de hecho, se encuentra entre los meses de junio a noviembre.

Existe otra Vega Baja en el mundo y está en Puerto Rico

Otro de los nombres por los que se conoce a esta Vega Baja es el de “Nuestra Señora del Rosario de la Vega Baja” en alusión a la patrona del pueblo, la Virgen del Rosario, también de gran importancia religiosa para muchos municipios de la Vega Baja y el Baix Vinalopó alicantinos.  

Las diferencias geográficas a primera vista son evidentes de una a otra Vega Baja, sin embargo, resultan aún más curiosos aquellos aspectos que las unen a pesar de la distancia.

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