La Policía Local de Orihuela Costa ha tenido que clausurar un concierto en la plaza de Villamartín por no respetarse las distancias sociales que marcan las autoridades sanitarias para hacer frente a la pandemia de covid-19.

En el recinto había más de 250 personas de varias edades en la noche del viernes, en víspera del 9 de Octubre, que estaban cenando en varias mesas mientras disfrutaban de la velada escuchando el concierto de una banda, y como puede apreciarse apenas había distancia social entre mesas.

El recinto abierto al público se encuentra en el interior de un residencial, con docenas de locales de hostelería y terrazas y también locales comerciales.

La mayor parte de los pubs y restaurantes de esta zona de Orihuela Costa son propiedad de británicos. Al igual que la clientela, formada mayoritamiente por jubilados de Reino Unido que residen durante casi todo el año en litoral oriolano. Hay en torno a diez mil británicos censados en la costa oriolana. La mayor parte pueden hacer su vida cotidiana sin necesidad de tener contacto con la población española.

Desde marzo Orihuela Costa ha sido una de las zonas de la Vega Baja en las que más dificultades ha presentado el control de la normativa para prevenir los contagios de covid. Los hosteleros y los clientes británicos no siempre han entendido la aplicación de las limitaciones de las autoridades españolas.