La recaudación de impuestos y tasas prevista en el presupuesto de 2020 del Ayuntamiento de Torrevieja se ha hundido por el impacto de la pandemia. En el primer semestre de 2020, el que está en estos momentos liquidado, las arcas municipales solo han recaudado el 33% de lo previsto en el proyecto de presupuestos de este año que asciende a 117 millones de euros, según la información de ejecución presupuestaria a la que ha tenido acceso Sueña Torrevieja, partido en la oposición al equipo de gobierno del PP en Torrevieja. La intervención municipal ha previsto una merma de 6,4 millones en la recaudación para 2021 pero Sueña considera que se trata de un cálculo optimista en exceso teniendo en cuenta los datos de liquidación de este año. Que además podrían ser incluso peores si durante el actual ejercicio no se hubieran estado recaudando los pagos fraccionados pendientes de ejercicios anteriores del impuesto de plusvalía, cuyo cobro estuvo bloqueado durante más de un año por una sentencia judicial a nivel estatal.

Esos ingresos, anticipa el portavoz de Sueña Torrevieja, «no se volverán a repetir en el año 2021, por lo que solo de esta parte de plus valía en 2021 habrá una reducción de ingresos ordinarios de más de 10 millones de euros».

Como ejemplo, la formación explica que para el impuesto sobre construcciones, el ICIO, los 302.000 euros liquidados en los seis primeros meses del año, suponen poco más del 16 % del total previsto de 1,83 millones, produciéndose un déficit de 614.000 euros, más de un 67%. En el IBI urbana, los derechos reconocidos netos suponen tan solo 12,66 millones de euros, un 37% de la previsión realizada de 34,15 millones, lo que supone un déficit en este primer semestre de más de 4,4 millones de euros. Cuando este impuesto es el que debe «salvar» el gasto corriente del Ayuntamiento de Torrevieja: personal y servicios básicos. El IBI es el que mantuvo el presupuesto municipal a salvo de recortes durante la anterior crisis económica del ladrillo. En Torrevieja hay registradas más de 120.000 viviendas, entre ellas más de 60.000 secundarias. El alcalde Eduardo Dolón (PP) se muestra más optimista y asegura que la bajada en la recaudación también está ligada a la posibilidad de fraccionamiento a la que cada vez ase acogen más contribuyentes para todo tipo de pago de impuestos. En especial el Impuesto de Bienes Inmuebles y el de plusvalía.

A la caída de los ingresos por el frenazo de la actividad económica en una ciudad que vive del turismo residencial se suma la suspensión de ordenanzas fiscales cuyo cobro supone un millón de euros anuales. En especial, la tasa por ocupación de vía pública por sillas y mesas de la hostelería o los productos de comercio, además de las que pagan los feriantes por el mismo concepto. La gravedad del varapalo que ha supuesto la crisis sanitaria para las cuentas públicas se refleja además en la iniciativa del gobierno que ha tenido que cambiar el paso y paralizar toda la actividad de contratación - incluido el contrato de recogida de basuras - para valorar las fórmulas disponibles que permitan equilibrar las cuentas en función de esa falta de ingresos.

Este hundimiento de los ingresos había sido anticipado por Sueña meses antes de que se aprobaran los presupuestos de 2020, sin que el gobierno quisiera modificar las previsiones que recogía el anteproyecto, cuando la crisis económica ya era inminente. El municipio afronta esta situación con capacidad de endeudamiento porque ha podido amortizar préstamos desde 2015.