La Policía Local de Pilar de la Horadada ha hallado cinco mil plantas de cannabis y varias bolsas de cogollos listos para su comercialización en dos antiguos invernaderos agrícolas adaptados a este cultivo ilegal al noroeste del término municipal. El descubrimiento de esta plantación sobre casi mil metros cuadrados ha intervenido el azar, pero también la intuición y el buen olfato -en todos los sentidos- de los agentes. Ayer sábado, la patrulla habitual que recorre la urbanización Pinar de Campoverde llevaba algún tiempo detectando un fuerte olor característico de la marihuana que desprendía una antigua instalación agrícola de invernadero junto a la CV-925 -entre el campo de golf lo Romero y la primera rotonda de Pinar de Campoverde.

La patrulla de policías locales pararon el vehículo para inspeccionar la zona y notaron movimiento en el interior del invernadero -la Guardia Civil, que cuenta con un cuartel situado a unos diez kilómetros, no contaba con patrullas en ese momento-. Cuando se acercaron al acceso oyeron el grito de alerta de “¡¡Policía!!” y de la finca salieron huyendo al menos a cuatro personas a las que no pudieron dar alcance -tenían preparado un camino de salida de urgencia-. En el interior se encontraron con una enorme cantidad plantas de cannabis – en concreto 5.012 y dos bolsas con más de dos kilos de cogollos preparados para su venta. Este domingo la Policía Local ha regresado para continuar las diligencias de información abiertas sobre esta plantación y asegurar la zon y ha encontrado otros dos sacos de grandes dimensiones repletos de cogollos con un peso por determinar.

La Policía Local encontró dos bolsas con cogollos el sábado y otros dos sacos repletos de producto listo para comercializar este domingo y con un peso por determinar

Las personas al cargo del cultivo vivían junto al invernadero -la Policía Local los sorprendió cuando estaban comiendo-. Sorprendentemente este invernadero está ubicado junto a una carretera muy accesible -que une el casco urbano de Pilar de la Horadada con una de sus urbanizaciones más pobladas- y muy a la vista, aunque con la ventaja de pasar desapercibido entre los cientos de bancales bajo plástico con los que cuenta esta zona de oeste del término municipal pilareño.