A primera hora de la tarde de este jueves la proa del Pascual Flores enfilaba la bocana del puerto de Torrevieja con rumbo a Puerto Umbría (Huelva). La réplica del pailebote ha sido cedida por el Ayuntamiento durante cuatro años -con opción a otro prorrogable- a la Fundación Nao Victoria con el objetivo de que esta entidad gestora de barcos históricos aborde su reparación y lo ponga en valor.

El barco, sin arboladura, ha sido revisado en las últimas semanas tras el acuerdo de cesión firmado entre el Ayuntamiento y la Fundación Nao Victoria, que además recibe 150.000 euros. Ayer realizó la prueba de agua, con la supervisión de un ingeniero de Capitanía Marítima y la comprobación del estado del casco con buzos.

Es la segunda singladura del pailebote desde que fue terminado. La primera se realizó en 2014 también para evaluar su estado también a cargo de la Fundación Nao Victoria, aunque en aquel momento la cesión prevista se malogró.

A margen de esos dos trayectos el barco que costó cuatro millones de euros ha estado atracado en el puerto torrevejense. Sin moverse perdió los tres palos de la arboladura por falta de mantenimiento y navegación. La Fundación Nao estima que el casco no solo está en buenas condiciones sino que la réplica es "una joya de la carpintería de ribera" -fue realizado por un astillero de Águilas recreando el pailbote histórico construido en la playa del Arenal de Torrevieja a principios del siglo XIX. El barco será adaptado para acoger un esposición museográfica que muestre la historia marinera de Torrevieja a través de las ferias de exhibición que la Fundación realiza en muchos puertos de Europa. El barco permanecerá en Torrevieja dos meses al año.

Imagen del Pascual Flores en la bocana del puerto de Torrevieja este jueves