El equipo de arqueólogos, dirigido por Felipe Mejías, ha iniciado los trabajos de excavación en el campo de concentración de Albatera, hoy en terrenos de San Isidro, para tratar de hallar la fosa común con los restos de las personas que murieron, de enfermedad y fusiladas, en este asentamiento franquista que albergó a entre 15.000 y 20.000 prisioneros durante los algo más de seis meses que permaneció abierto, entre el 6 de abril de 1939 y el 27 de octubre de ese año. Los sondeos, con la ayuda de una máquina retroexcavadora, se centran en la zona donde los arqueólogos consideran que están los enterramientos, basándose en el testimonio de testigos que llegaron a ver excavar allí lo que parecía una fosa y los restos que aparecieron cuando, tras el desmantelamiento del campo franquista, los terrenos se prepararon para su cultivo.

La máquina excavadora realiza los sondeos con cuidado, hasta un metro de profundidad. Tony Sevilla

Además, aunque los resultados definitivos del georradar usado hace unos días no estarán hasta dentro de unas semanas, Mejías cuenta con un informe preliminar que señala es «alentador» puesto que se han detectado anomalías de formas lineales y cuadrangulares que corresponderían a las cimentaciones de los barracones, y espacios de morfología irregular con potentes rellenos, compatibles con la existencia de una fosa común «que tenemos ubicada allí mismo por testimonios orales, y cuya existencia definitiva habrá que confirmar», indica el arqueólogo e historiador. Con mucho cuidado, la máquina está abriendo zanjas de un metro de profundidad para tratar de encontrar vestigios. Los trabajos se prolongarán hasta el próximo miércoles.

Vista aérea de las zanjas abiertas en los terrenos donde se situó el campo de concentración. | TONY SEVILLA

De momento, en las tres semanas de exploración con detectores de metales y georradar, el equipo ha localizado numerosos materiales pertenecientes a las estructuras del campo, a sus barracones y alambradas, pero también objetos personales de los prisioneros y de los soldados que los custodiaban, así como proyectiles, cartuchos, monedas o cubiertos. También restos óseos humanos que una antropóloga forense estudiará. Ayer, la consellera de Calidad Democrática, Rosa Pérez, visitó la zona de trabajo, cuyo proyecto ha sido subvencionado por su área con 17.600 euros. Pérez señaló que «además de localizar y exhumar a las víctimas, la investigación de Albatera busca aportar luz a una de las páginas más crueles y dolorosas de la postguerra».