«El dinero del Ayuntamiento para los amigos de los bancos». Esta frase del Partido Popular hizo fortuna durante el mandato anterior cuando el gobierno de coalición de izquierdas amortizó durante cuatro años con cantidades millonarias la mayor parte de la deuda financiera que arrastraba el Ayuntamiento desde la crisis económica.
Era un lema de la oposición mayoritaria para intentar dar visibilidad al hecho de que un gobierno de izquierdas terminara dedicando el ahorro municipal al pago de los préstamos -comprometidos por anteriores gobiernos populares-. El PP aseguraba que si gobernaba el dinero del superávit iría a inversiones. Pero no está siendo así.
El PP está actuando igual ahora en el gobierno y lo justifica con los mismos argumentos. El portavoz de la junta de gobierno y edil Federico Alarcón (PP) informó el viernes pasado de que el Ayuntamiento ha iniciado el primer expediente de modificación de créditos del presupuesto de 2020, aprobado hace apenas mes y medio para consignar el remanente de 2019 a amortizar la deuda con los bancos.
En el presupuesto ya aparecían 10 millones para este destino, que ahora se suman a los casi siete de esta modificación (6,7 millones). En total Torrevieja va a dedicar casi 17 millones de euros en tres meses -aprobó definitivamente las cuentas a finales de septiembre- a amortizar una deuda financiera que quedará a cero. Aunque es algo que será por poco tiempo porque al mismo tiempo el municipio está a punto de adjudicar un préstamo por 12,7 millones de euros. Alarcón usó esta frase para justificar el destino del dinero de remanente: «No nos dejan hacer otra cosa que destinarlo al pago de deuda».
La misma explicación que el anterior alcalde José Manuel Dolón o el entonces edil de Hacienda, José Hurtado, daban a la oposición del PP en los plenos cuando informaba sobre las amortizaciones durante su mandato, que permitieron rebajar la deuda de más de 60 millones a poco menos de veinte. Aunque algunas de las restricciones de gasto público se han «levantado» para hacer frente a la crisis sanitaria (la que más afectaba era la incompresible para los mortales regla del gasto), la que dispone serias restricciones al gasto público sigue exigiendo que los remanentes de los ayuntamientos se destinen, en primer lugar, al pago de deuda y después al abono a proveedores, por este orden, sin permitir que los superávit puedan ir a inversiones.
Desprenderse del remanente
También reclama la misma legislación que el periodo medio de pago se ajuste a los 30 días -algo que Torrevieja sigue sin lograr y que mantiene en el doble- pese a reforzar todo el área económica con un director general y un técnico de administración general como órgano de apoyo y contar con liquidez de sobra para afrontar los pagos.
Algunos ayuntamientos, como el de Alicante, se han desprendido este año rápidamente del remanente del ejercicio anterior para amortizar préstamos ante el temor, no solo no poder emplearlo para luchar contra el covid, también ante la posibilidad de que tampoco pudieran amortizar préstamos y terminaran en manos del Gobierno central.
12,7 millones para el Palacio de los Deportes o los paseos marítimos
La deuda a cero del Ayuntamiento de Torrevieja con los bancos tendrá los días contados. Casi en el momento de amortizarse. Para abordar proyectos y obras de entidad los municipios deben recurrir de nuevo a los préstamos aunque dispongan de liquidez sobrada. Torrevieja está ultimando la adjudicación de un préstamo por 12,7 millones para financiar, entre otras obras, la reparación integral del Palacio de los Deportes -3 millones de euros-, la redacción del proyecto del museo de la Sal y la Mar -300.000 euros- y remodelación parcial de este espacio -98.000 euors; 479.000 euros para la urbanización de la parcela que debe acoger el nuevo Colegio Amanecer junto a la CV-905 -el proyecto de urbanización fue aprobado el viernes pasado por la junta de gobierno-.
Además las inversiones se destinarán a la «reparación de campos de fútbol» con otros ochocientos mil euros; medio millón de euros que el área de Parques y Jardines pretende invertir en la construcción del parque de San Luis cuyas obras paralizadas a mediados de 2015 siguen siendo investigadas por el juzgado; la redacción de los proyectos de remodelación de los paseos de la Libertad y Los Locos por más de 700.000 euros, 50.000 para el albergue municipal de animales -que anteriormente tenía prevista una inversión de 300.000-; 98.000 para redactar el proyecto de una nueva piscina en el Palacio de los Deportes, incluso 18.000 euros para el estudio que debe determinar la puesta en marcha de un sistema de aparcamiento regulado en la calle Ramón Gallud, aunque gratuito.
