Las excavaciones arqueológicas del Moncayo - Torre del Descargador han sacado a la luz una estructura de villa rústica romana tras los restos islámicos, según ha anunciado el Ayuntamiento de Guardamar del Segura. Estos trabajos arqueológicos forman parte de una iniciativa de colaboración entre el Ayuntamiento, el Instituto de Investigación en Arqueología y Patrimonio Histórico de la Universidad de Alicante, la Generalitat Valenciana y el Servicio Provincial de Costas. El proyecto tiene como objetivo la investigación científica, la consolidación, mejora del entorno ambiental y musealización de los restos arqueológicos que conforman el conjunto y que fueron documentados parcialmente por el Museo de Guardamar en 2004.

La intervención arqueológica y de consolidación arquitectónica está dirigida por un equipo compuesto por Antonio García Menárguez, antiguo director del MAG, Sonia Gutiérrez Lloret, catedrática de arqueología de la Universidad de Alicante, Víctor Cañavate Castejón, arqueólogo municipal de Elche y José Gambín Lorenzo, arquitecto e ingeniero de edificación del Ayuntamiento de Guardamar y José Francisco Parres, conservador municipal.

El yacimiento abarca una amplia extensión de restos dispersos por el conjunto dunar litoral con una amplia secuencia de ocupación que se remonta a época romana y alcanza la época islámica. Se han localizado al menos dos núcleos de lo que debió ser un conjunto más extenso, distante entre si unos 300 metros: el Moncayo propiamente dicho (Bien de Relevancia Local), donde se han documentado dos fases de ocupación de un asentamiento romano con dos momentos constructivos distintos (siglos I-IV y V-VI) y una pequeña mezquita superpuesta semejante a las halladas en el ribat califal de Guardamar, y el BIC de la Torre del descargador donde se documentó parte de una sólida estructura de tapial. En 2018 se actuó en el área del Moncayo para documentar la planta completa del oratorio, restaurar, consolidar y vallar las estructuras, poniendo en valor el conjunto restaurando.

En noviembre de 2019 se iniciaron los trabajos en el BIC de la Torre del Descargador en colaboración la Conselleria. La primera fase consistió en la excavación completa del interior de la torre y su acceso, a fin de documentar la secuencia y acometer la restauración de su esquina más deteriorada. El descubrimiento de nuevas estructuras durante el vallado hizo necesaria una segunda actuación en el entorno y los niveles infrapuestos, que debió aplazarse por la situación de emergencia sanitaria y las condiciones ambientales hasta el otoño de 2020.

Imagen de la vista aérea de los restos excavados en la investigación arqueológica realizada en el yacimiento del Moncayo - Torre del Descargador

Estos nuevos trabajos, a más de documentar la planta completa de la estructura medieval y confirmar su cronología (finales del siglo X-mediados del XI), han permitido documentar en extensión una fase romana infrapuesta, semejante a la ya documentada bajo la mezquita de El Moncayo. Esa fase corresponde a un edifico residencial romano, posiblemente parte de una villa rústica, cuyos cimientos configuran una planta compleja y axial, formada por una serie de estancias cuadrangulares alineadas a lo largo de un amplio corredor frente al mar, rematado por dos grandes estancias absidadas. Estas amplias habitaciones de cabecera curva son características de las villas del siglo IV, destinándose a acoger funciones representativas y sociales como el triclinium (sala para los banquetes) y el tablinum (despacho del propietario) o en ocasiones a balnea (edificios de baños, aunque en este caso no existen indicios de dicho uso).

Imagen del yacimiento del Moncayo Torre del Descargador que en parte se ubica a escasos metros del mar, el sistema dunar

En el estado actual de nuestros conocimientos y en espera de continuar los trabajos en ambos sectores del yacimiento, "podemos afirmar que en la playa de El Moncayo debió existir una villa rústica romana, posiblemente de estructura dispersa, de la que se han documentado dos fases de uso productivo (alto y bajoimperial) en la zona de El Moncayo", según la misma fuente y un probable espacio residencial de tipología bajoimperial en el Descargador. Sobre sus ruinas, tras un periodo de abandono y expolio sistemático, se instaló un asentamiento de época califal y taifa del que conocemos hasta el momento una pequeña mezquita y una sólida estructura fortificada (torre-almacén), que se construyó usando como cimentación los muros de una de las grandes estancias romanas.

"Aún no sabemos con certeza la extensión de ambos asentamientos, su naturaleza y funcionalidad económica, así como las actividades que en ellos se desarrollaron (producción y transformación agrícola, pesquera o salinera), pero las preguntas plantea este importante hallazgo son apasionantes y la continuación de los trabajos en este entorno maravilloso abre interesantísimas expectativas de conocimiento y valorización del patrimonio guardamarenco", según el Ayuntamiento. 

El consistorio guardamarenco, con José Luis Saéz a la cabeza y la concejal de Patrimonio, Pilar Gay, insisten en la importancia de estas campañas arqueológicas para dar a conocer el amplio patrimonio de Guardamar del Segura, que "lo ponen a la cabeza del Patrimonio Valenciano, con yacimientos únicos en el mundo".