El kiosco restaurante "Jose María" ya es historia. El local pegado a la orilla norte de la popular playa del Cura ha desaparecido esta semana tras el derribo de las instalaciones que se ha completado a falta de adecuar el solar resultante en el que ahora quedan las instalaciones fijas desmontables de la antigua terraza y una especie de sótano.

El chiringuito había agotado la concesión de explotación de dominio público recientemente. Este mismo verano, en el que la campaña de hostelería no ha sido en la playa del Cura tan catastrófica como en otras zonas de la provincia, el establecimiento se había mantenido cerrado.

Con esta intervención el paseo "gana" unos 170 metros cuadrados de superficie para el paso de peatones. En torno a 90 que ocupaba el edificio de planta baja pegado a la propia playa y unos 80 en los que realizaba el servicio de terraza.

La contundencia del servicio provincial de Costas, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, a la hora de ordenar este derribo contrasta con otras situaciones en las que muestra una aparecente inactividad de hacer cumplir la legislación estatal. Es el caso de las más de veinte terrazas sobre dominio público a lo largo del paseo de Juan Aparicio (Las Rocas) y también en el extremo norte de la misma playa del Cura, que según el deslinde del dominio público marítimo terrestre están sobre dominio público y que carecen de concesión.

Con el derribo el paseo gana unos 170 metros de superficie para el uso público mientras que las terrazas siguen ocupando cada vez más espacio de paso sin intervención municipal ni de Costas.

Algunas de estas terrazas han ido abarcando cada vez más superficie del suelo de dominio público con el amparo del Ayuntamiento de Torrevieja que les cobra tasas de ocupación de suelo. La superficie de paso se ha ido estrechando cada vez más y este año esa ocupación ha llegado a su máximo por las facilidades planteadas por la administración para que la hostelería haga frente a la crisis del covid 19. Incluida la suspensión del abono de tasas.

Imagen de una de estructuras de terraza cerradas ubicadas sobre dominio público en el paseo de la playa del Cura a escasos metros del kiosco derribado

Las limitaciones de aforo se han capeado instalando más mesas y sillas -algo por ejemplo que es muy evidente en el caso del remodelado paseo de Punta Margallo-.

En el caso de los restaurantes se han consolidado estructuras fijas y cerradas -que se diferencian poco de las levantadas con obra y que proliferaron en su día con la ley antitabaco y resultan rentables con las restrucciones de aforo que rigen en el interior de los locales ahora-.

A escasos metros del kiosco que se acaba de derribar funcionan varias de estas estructuras apenas a cinco metros de lo que Costas, en su cartografía oficial considera la línea de ribera de mar y dentro del dominio público. A esta situación de limbo legal se suman al menos cuatro kioscos de madera ubicados a lo largo de la playa del Cura -sin concesión- y otro más junto al Hombre del Mar.

Imagen de los límites del deslinde del dominio público marítimo terrestre donde se comprueba que la mayor parte de la superficie de paseo del Paseo de Juan Aparicio, en la que se instalan terrazas, están dentro de dominio público además de algunas de las ubicadas en extremo norte de la playa del Cura y el Paseo de Punta Margallo

Otra situación legal es la que plantea el funcionamiento del histórico kiosco el Tintero. El local también agotó la concesión sin renovarla hace años pero la orden de derribo que recae sobre el edificio está recurrida judicialmente además de mantener una propuesta -que el Ayuntamiento de Torrevieja no ha tramitado- para que sea protegido como Bien de Relevancia Local.