Han comenzado los trabajos para recuperar los restos de 17 republicanos víctimas de la Guerra Civil, fusilados y enterrados en una fosa común entre octubre y noviembre de 1939 en el cementerio de Orihuela. Comienza a hacerse realidad una reivindicación sostenida por las familias de los represaliados desde hace décadas, intensificada con el movimiento de recuperación de la Memoria Histórica en 2006, y encabezada por la labor incansable del oriolano Ginés Saura, miembro del Ateneo Socio Cultural Viento del Pueblo.

Justo 81 años después de los asesinatos, familiares, responsables de la Conselleria de Calidad Democrática y expertos arqueólogos de la empresa contratada para llevar a cabo la investigación explicaban ayer dónde se cree que se encuentran los restos enterrados. Siguen para ello los testimonios orales y muchas veces imprecisos de personas que ya han fallecido o tienen más de noventa años. A veces es difícil trabajar solo con recuerdos.

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Inician los trabajos de exhumación de los restos de 17 republicanos fusilados en el cementerio de Orihuela en 1939 TONY SEVILLA

«Estamos devolviendo la dignidad, no de las víctimas que nunca la perdieron porque lucharon por nuestros derechos y libertades. Con cada exhumación y cada vez que entregamos unos restos a sus familiares vamos devolviendo un poco de dignidad a nuestro país», indicó la consellera de Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo. La primera cata no ha dado resultados y no va a ser fácil recuperar los restos. Los 17 hombres -del partido comunista, maestros, sindicalistas- tenían en común haberse mantenido leales a la República.

Las víctimas procedían de Orihuela, Benferri, Jacarilla, Redován, Almoradí, Catral y Torrevieja. Fueron fusilados junto a una tapia en la que entonces era la zona civil del cementerio. Pero en la década de los 50 se construyó una balsa de riego muy cerca - es probable que sobre los restos- , y además se llevó a cabo una ampliación del camposanto en 2008, aunque se tuvo en cuenta entonces la posibilidad de que aparecieran estas víctimas.

Familiares de los fusilados, ayer, en el cementerio parroquial de Orihuela. | TONY SEVILLA

Los trabajos, que comenzaron el pasado 17 de noviembre en la zona destinada al cementerio civil del Cementerio Parroquial de Orihuela, se desarrollarán durante un plazo de tres meses. Además de la consellera y el director general, Iñaki Pérez Rico, también presentes en el cementerio, algunos familiares expectantes y emocionados, herederos de una búsqueda que puede terminar ahora y que recordaban cómo sus padres llevaban flores a escondidas todos los años al mismo lugar lleno ayer de medios de comunicación interesados por su historia.

Los fusilamientos se produjeron poco después de finalizar la guerra. El 24 de octubre de 1939 fueron ejecutadas tres personas, y el 17 de noviembre otras 14 tras un juicio sumarísimo. La consellera dijo ayer que «se va cumpliendo con la hoja de ruta marcada desde el inicio de la legislatura de ir exhumando todos los restos de víctimas de la represión franquista que existen en nuestro territorio» .

Un proyecto adjudicado, como avanzó INFORMACIÓN a la empresa especializada en trabajos de excavación arqueológica Drakkar Consultora con un presupuesto de 23.776 euros para la indagación e investigación, localización, delimitación, exhumación y estudio antropológico de víctimas; que tienen en el cementerio parroquial un monolito de recuerdo desde 2008 gracias al esfuerzo del Ateneo y la predisposición del obispado y el cabildo.

EL MIEMBRO DE LA CNT QUE PROTEGÍA EL PATRIMONIO RELIGIOSO


El nombre de Antonio Pujazón Samos aparece junto a otros 16 en el monolito que se levantó en 2008 en memoria de los republicanos fusilados en el cementerio parroquial. Delegado del comité antifascista en Orihuela, frente a posturas radicales, se empeñó en preservar el patrimonio religioso de la ciudad y evitar su destrucción, conservándolo en el convento de Capuchinos. Pistola en mano, evitó la quema de imágenes como la del Cristo de la Agonía frente a los exaltados. Al finalizar la contienda fue acusado de destruir patrimonio religioso.