Juzgados de Aguas, sindicatos y comunidades de regantes y municipios situados en la ribera del Segura insisten cada otoño a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para que realice el desbroce «urgente» del cauce del río a su paso por la Vega Baja. Colectivos ecologistas, a los que se han sumado partidos políticos como Cambiemos en Orihuela, cuestionan no solo que el desbroce de cañas tenga utilidad alguna a la hora de mejorar la capacidad de drenaje del cauce del río en caso de avenidas. También el impacto ambiental que genera esta actuación no selectiva con maquinaria pesada -que no distingue las zonas de carrizal, especie autóctona, de las cañas, invasoras, y destruye el hábitat de avifauna que encuentra cobijo para anidar en esa masa vegetal-.

La semana pasada la CHS ha llevado a cabo uno de esos desbroces de un amplio tramo del río aguas arriba del casco urbano de Orihuela. A primera vista, estas actuaciones dan una falsa sensación de limpieza. A las pocas semanas las cañas vuelven a invadir todo el espacio.

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Imágenes de la limpieza y desbroce de cañas del cauce del Segura aguas arriba de Orihuela TONY SEVILLA

Los regantes y los ayuntamientos justifican la realización de estos trabajos, que han costado cientos de miles de euros en mantenimiento a la arcas de la CHS en los últimos años, en impedir que el arrastre de residuos vegetales comprometa la capacidad de desagüe en los tramos urbanos del río, que se estrechan e incapaces de asumir las «bardomeras» en sus puentes cada vez que se producen una crecidas importantes. También para evitar que se obturen las tomas de agua del río y la propia red de riego tradicional. La realidad es que el problema no son tanto los residuos vegetales -el carrizo se tumba con la avenida de agua- si no los residuos plásticos flotantes y otros que proceden, en un elevado porcentaje, de la Región de Murcia.

La CHS plantea en el nuevo plan de Cuenca 2021-2025 renaturalizar el cauce en la Vega Alta y Media hasta la ciudad de Murcia. Propuesta que margina, de nuevo, a la Vega Baja, al entender que el trazado natural del río se perdió con las obras contra las riadas de los años 90. Intervenciones que, precisamente, tienen como objetivo inicial erradicar la proliferación de cañas y permitir el carrizal. Para Amigos de los Humedales del Sur de Alicante es « injustificable que se haya excluido el tramo entre la Contraparada (Murcia) para restaurar la vegetación de ribera del río Segura». La renaturalización recupera vegetación de ribera en la que proliferaban choperas, álamos y taray.