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TRIBUNA

Este pueblo es una ruina

Vista aérea de la ciudad de Orihuela.

No es la primera vez -imagino que tampoco será la última- que «me se» ocurre hablar del patrimonio de Orihuela, ciudad monumental donde las haya. «Uryula», pese a quien pese, es la ciudad más monumental/impresionante de la Comunidad Valenciana -antiguo Reino de Valencia, del que fue una de sus gobernaciones-, pero también, en materia de conservación patrimonial, deja mucho que desear (casi abandonada a su suerte). No hace mucho hablé de la Torre de Embergonyes, que es propiedad de la familia Navarro, aunque el Ayuntamiento se «ha dao» cuenta de que solamente la administración local puede conservar esta parte de la antigua muralla de la ciudad, de origen almohade, por lo que ha anunciado su disposición a expropiar sus restos para rehabilitarlos y conservarlos. ¡Hay que aplaudir la decisión, venga de quien venga! Tampoco estaría de más que alguien en la Esquina del Pavo -creo que Rafa Almagro es el responsable del área de Patrimonio- se interesase, además de por rescatar las ruinas del castillo o trabajar en la rehabilitación del Palacio de Rubalcava, por el estado que presentan algunos monumentos, aunque sean propiedad de la Iglesia, porque, sencillamente, es calamitoso. Así, en la iglesia de las Santas Justa y Rufina, copatronas de la ciudad, se derrumbó recientemente el techo de la sacristía. Ahora se anuncia que, junto a la Capilla de la Comunión, será rehabilitada.

Alguna vez he hablado de la «calle Pescadores», llamada así por las redes que se han puesto/colocado en las cornisas y balcones de sus majestuosos edificios (por ejemplo el Palacio Episcopal) para evitar la caída de cascotes que pongan en peligro a los viandantes. ¡Hablo de la Calle Mayor, en pleno casco histórico de la ciudad! A pocos metros del Palacio está la Catedral, construida entre los siglos XIII y XVIII sobre restos visigodos e hispano árabes. Es imperdonable, bajo mi cuestionable punto de vista, que se consienta/permita que, sobre la fachada principal del edificio -Plaza de las Cadenas-, se coloquen cartelones anunciando eventos religiosos, afeando y deteriorando, de esta manera, uno de los pórticos más impresionantes de cuantos existen en la ciudad. Y lo mismo sucede en la fachada lateral de Colegio de Santo Domingo, en la avenida del Doctor García Rogel. En esa fachada de la antigua Universidad Literaria, conocida también como Colegio del Patriarca Loazes o El Escorial del Levante (de estilos gótico, renacentista, barroco y rococó del siglo XVI), se cuelgan pancartas/lonas anunciando los cursos, y no sé cuántas cosas más, que organizan los curas. ¡Lamentable e imperdonable! Por cierto, la Universidad de Alicante reclamó para sí los derechos sobre la Universidad Literaria, pero sólo con el propósito de ser una de las más antiguas de España. ¡Y lo consiguió! -¡No me mandes más jamones, que tengo la despensa llena!- ¿Qué repercusión/beneficio ha tenido esto para Orihuela?

Me llegan noticias de la iglesia de Santiago, donde los Reyes Católicos, a su paso por la ciudad camino de Granada, convocaron Cortes. Por cierto, según crónicas de 1492, a Isabel y Fernando les dieron a probar uno de los platos más característicos de nuestra gastronomía, arroz y costra, aunque en Elche lo reivindican como propio. Me llama la atención que la iglesia de Santiago presente humedades y que esté siendo «violada/ultrajada» por desaprensivos que, solo por joder, se dedican a hacer grafitis en su fachada trasera. Y me llama la atención porque, al hilo de la exposición «Semblantes de la Vida», organizada en Orihuela por la Fundación La Luz de las Imágenes (2003/04), se destinaron/gastaron 500 millones de las antiguas pesetas en el acondicionamiento de esa iglesia, cantidad que, en principio, estaba presupuestada para la restauración de la de San Agustín.

Con ser alarmante el estado que presenta el patrimonio monumental oriolano, llama la atención que estemos hablando de Monumentos Nacionales, edificios que, por Ley, deben tener un plan especial de protección/conservación, dado que también están declarados Bien de Interés Cultural (BIC), sin embargo están olvidados tanto de la mano de Dios -porque son propiedad de la Iglesia- como de la de los hombres. Este pueblo, pariente, es una ruina y «paece que no tié arreglo»! ¡Espero equivocarme!

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