La orilla noreste de la laguna rosa de Torrevieja vive una actividad frenética. A lo lejos no se distingue qué hace la maquinaria pesada de «retros» con palas frontales y camiones. Solo lo que parecen motas sobre la laguna. Pero no. Son caminos hechos de sal extraída de las orillas y que luego se transporta hasta el complejo industrial para formar parte de una de esas enormes montañas de mineral blanco que identifican el paisaje de la ciudad.

Si algo define la actividad de la Nueva Compañía Arrendataria de Torrevieja (NCAST) es su peculiar tecnología para extraer sal del lecho de la laguna durante casi todo el año. Una plataforma flotante, la cosechadora, va «rascando» la lámina de sal que se precipita en el fondo tras cristalizar por la concentración de salmuera en el agua. Sin embargo la producción de sal se ha visto muy afectada por las lluvias torrenciales de septiembre de 2019 y la borrasca Gloria de enero de este año. El inusual volumen de agua dulce que recibió la laguna retrasó el «cuaje» de la sal y el inicio de la campaña de extracción que se inició en octubre, aunque normalmente se produce en agosto. Ya hay sal en la laguna pero el mercado necesita más. Mucha más.

A situaciones excepcionales medidas extraordinarias. Los ingenieros de la empresa -parte de una multinacional gala- se pusieron manos a la obra. Pensaron que se podía llegar donde la cosechadora -que necesita mínimo 80 centímetros de agua para trabajar- nunca lo ha hecho en 70 años: las orillas. Todo el que conoce el paraje de la laguna rosa sabe de las blancas playas de sal que se extienden varios cientos de metros y que apenas cubren unos pocos centímetros de agua.

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Las salinas de Torrevieja extraen sal por primera vez de las orillas de la laguna rosa para hacer frente al descenso de la producción provocado por la DANA de hace un año TONY SEVILLA

De ahí es de donde la salinera piensa extraer 40.000 toneladas extra hasta el mes de abril y destinarla al mercado de deshielo de carreteras. Es menos pura que la que se precipita por cristalación y por acción del sol y el viento de levante en el lecho del humedal, pero servirá para redondear una producción que se queda corta y que en condiciones normales alcanza más de medio millón de toneladas, situando a las salinas torrevejenses como las más importantes de Europa.

Ni los salineros más antiguos conocían una operación de extracción así. La introducción de una tecnología específica y única en el mundo para producir sal sin necesidad de desecar la laguna como sucede en las salinas convencionales, se introdujo en los años 50 del pasado siglo. Fue perfeccionándose con el salmueroducto procedente de Pinoso a principios de los setenta y con la «cinta de la sal» en los ochenta.

Los ingenieros encuentran solución al impacto del agua de lluvia en las salinas al aprovechar una sal que lleva sin recogerse más de 70 años

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Impacto ambiental

Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA), colectivo atento a la situación ambiental del humedal, alerta sobre el posible impacto de esta forma de producción. No es para menos. Las lagunas de Torrevieja y La Mata están protegidas como Parque Natural, son Lugar de Importancia Comunitaria y Zona de Especial Protección para las Aves. AHSA echa en falta un mínimo proyecto previo de lo que la empresa iba a hacer porque puede afectar a la avifauna, en especial a la presencia de rapaces en la orilla norte de Los Montesinos. La salinera matiza que ha informado a la Generalitat y el Seprona.