No se cortan un pelo. Mejor, ni una pluma. Una veintena de gallos, gallinas y polluelos campan a sus anchas alrededor del acceso principal del Centro de Salud del Acequión, uno de los más grandes del área sanitaria del departamento de Torrevieja. Esta fauna urbana se asentó en las zonas comunes externas y áreas ajardinadas del centro sanitario de este barrio de la ciudad hace años. Y ha prosperado pese a los intentos desesperados de la concesionaria de la gestión sanitaria por librarse de las aves, tan poco acordes con la imagen siempre impoluta que Ribera Salud mantiene en sus instalaciones. Que los gallos cantan a cualquier hora del día lo saben bien los trabajadores del centro. Y que pueden emprender un vuelo explosivo -aunque corto-, también. Porque los gallos se encaraman aquí a la valla y a las ramas de los árboles sin problema.

Hay cartelería advirtiendo en el vallado a los vecinos para que no alimenten a los animales. Se dice que avisarán a las "autoridades competentes". El estado del vallado perimetral tampoco ayuda mucho en la tarea. Un accidente de coche derribó hace meses un tramo junto a la avenida de Urbano Arregui y ahí sigue derribado. Dejando ver, de paso, la abundante comida que los vecinos ponen a las gallinas y de la que se aprovechan otros animales como palomas y tórtolas -por citar los "bichos" que se ven-. La concesionaria indica que muy pronto estará reparada y explica que la crisis sanitaria ha retrasado la tramitación de la obra.

Cartel en el que el centro de salud pide a los vecinos que no den de comer a las aves D.Pamies

No está claro de quién es esa "competencia" a la que alude Ribera Salud. Pero si tiene que ver con el área de Protecicción Animal del Ayuntamiento de Torrevieja la respuesta se puede hacer esperar. Estas "colonias urbanas" de gallos y gallinas se establecieron en distintos puntos de la ciudad hace años. Los animales dejaron su particular confinamiento del parque de las Naciones para colonizar el parque de la Estación, parque de las Islas Canarias e incluso extenderse por distintas rotondas y viales de Villa Amalia. Incluso se han pasado a las glorietas que dan acceso a la circunvalación.

Reducir su número no es sencillo. Van de un lado a otro poniendo en peligro la seguridad del tráfico, y esto lo pueden acreditar muchos torrevejenses en la zona del Parque de las Naciones. El "problema" no es de los que se resuelven de un plumazo. La ciudad cuenta con una buena representación de colectivos animalistas que, como muchos vecinos, no permitirían la aniquilación expeditiva de las gallináceas. A las puertas del centro de salud los animales esperan también su turno, a veces, sin guardar la distancia de seguridad.

Vallado sin reparar desde hace meses en el centro de salud del Acequión de Torrevieja D. Pamies