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La Generalitat abandona carreteras comarcales afectadas por la DANA

La CV-914 y CV-905 que unen Benejúzar, Almoradí y Rojales presentan un estado lamentable, sin mantenimiento y daños por las inundaciones

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Falta de mantenimiento y de reparación en viales secundarios de la Vega Baja como la CV-914 TONY SEVILLA

Los 27 municipios de la Vega Baja cuentan con una tupida red de carreteras secundarias que vertebran la gran movilidad que se mantiene entre poblaciones muy cercanas. Pero el mantenimiento de algunos de esos viales, que corresponde a la red de carreteras autonómicas de la Generalitat deja mucho que desear. Pese a su condición de viales secundarios algunos asumen el paso medio de más de diez mil vehículos diarios.

Las inundaciones provocadas por la DANA con la rotura del río en Almoradí solo han acentuado algunas de esas carencias. Es el caso de la carretera CV-914 y CV-905 que une los municipios de Benejúzar, Almoradí, Formentera del Segura y Rojales, en el corazón de la huerta, con tramos con aforos de paso de vehículos de entre diez mil y tres mil turismos diarios, según los datos de la Generalitat de 2019. Señales verticales ilegibles por el paso del tiempo; otras que incluso siguen por los suelos o han desaparecido; señalizaciones horizontales (las líneas pintas sobre la calzada ya invisibles), asfalto impracticable; desbroce inexistente de los márgenes todavía con restos vegetales y residuos arrastrados por la inundación; y medianas con daños provocados por el agua que anegó miles de hectáreas desde Orihuela a Guardamar.

Son algunas de las deficiencias que presentan estas infraestructuras. Usuarios de esta carretera han mostrado públicamente las quejas por «el penoso» estado que presenta este trazado que compromete, a su juicio, la seguridad vial, en especial en zonas de rotondas y cruces, en especial en el acceso a Almoradí y a su paso por las cercanías de Heredades -pedanía que comparte término con Rojales y Almoradí.

La Generalitat se centró en reparaciones urgentes más evidentes tras la DANA. Por ejemplo el acceso rápido a Orihuela desde la autovía del Mediterráneo, la CV-91 entre Guardamar, el Hospital Comarcal y Orihuela. También ha reaccionado rápido a la hora de llevar a cabo obras de evacuación de pluviales en la CV-95 a su paso por Bigastro, que ya están terminadas. Ni las mejoras urgentes ni los grandes proyectos que contempla el Plan Vega Baja Renhace cubren las mejoras necesarias para estos viales. Por ejemplo, el proyecto de reconstrucción tiene previsto modificar el trayecto de la N-332 entre Guardamar y San Fulgencio para permitir que la gran «albufera» formada por la inundación del Segura en la DANA y riadas anteriores pueda evacuarse a la desembocadura sin anegar durante meses campos de cultivo. Algo que requiere de una obra muy importante en los azarbes del riego tradicional que evacuan al cauce antiguo del río. También se contemplan actuaciones similares en la autopista del Sureste Ausur entre Crevillent y Los Montesinos, que generó un enorme efecto barrera en septiembre de 2019, agravado por la rotura del río. La administración autonómica y la provincial también han financiado y adjudicado proyectos de reparación de caminos rurales.

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