Las obras para evitar que una calle donde viven una veintena de familias en la ladera de la sierra de Callosa de Segura caiga sobre otra comenzaron ayer tras el desalojo de una decena de viviendas para que los trabajos se puedan acometer con seguridad. La calle San Bruno fue vallada y los operarios estuvieron sacando enseres de algunas de las casas, ya que dos, que no están habitadas y en estado de ruina, se van a derribar por el peligro que suponen. Los trabajos se prolongarán durante los próximos tres meses. El consistorio, como adelantó INFORMACIÓN, ha iniciado esta actuación con carácter de emergencia en este vial por su peligro de derrumbe, agravado en los últimas semanas tras venirse abajo parte del muro en el que se apoya, y caer a una vivienda de la terraza inferior, afortunadamente deshabitada. El Ayuntamiento invertirá 215.000 euros para consolidar la vía al abrirse nuevas grietas y socavones.

El consistorio se ha visto obligado a decretar el procedimiento de emergencia dada la gravedad de la situación, y el informe del arquitecto redactor del proyecto de consolidación que advierte del «derrumbe inminente» de la calle, lo que también sostienen los bomberos que actuaron tras caer el muro. Este procedimiento ha permitido al consistorio saltarse todos los trámites para licitar los trabajos y adjudicarlos directamente a la mercantil Eiffage Infraestructuras SAU.

Los trabajos consistirán en la consolidación de la de ese tramo de calle lleno de grietas y socavones para asegurarlo, tras llevar unos ocho años en esa situación que cada vez se ha vuelto más peligrosa para los vecinos que viven allí, y en la demolición de dos viviendas deshabitadas, y en estado de ruina, en ese vial. Esto último permitirá contar con un espacio abierto y habilitar una nueva escalera de acceso a la calle.

Además, el proyecto contempla la construcción de una conducción de pluviales en la parte trasera de la calle para evitar que el agua de la lluvia caiga en cascada desde la sierra y se acumule en la calle, como hasta ahora, arrastrando enormes piedras, lo que ha dañado aún más el vial y las viviendas. La peligrosidad estriba en que en esta zona las viviendas se estructuran en terrazas, y si la calle San Bruno cede, afectaría a las dos calles de abajo, donde hay otra hilera de viviendas en este humilde barrio de la falda de la sierra callosina.

Enorme boquete abierto en la vía tras la caída de un muro, vallado ayer por los operarios. Tony Sevilla

Obra compleja

«El acceso era complicado a esa zona y el desescombro se iba a hacer a mano, dada la estructura en escalón de esas calles, lo que da complejidad a la obra», explicó el regidor callosino, Manuel Martínez. El alcalde indicó que «permitiremos consolidar la calle y, a modo de contrafuerte, se habilitará una subida con escalera más, con barandilla, además de solucionar el problema de las aguas pluviales».

El consistorio anunció el pasado mes de septiembre, tras una visita al municipio del conseller de Vivienda Rubén Martínez Dalmau, que estaba a la espera de la concesión de una subvención de la Diputación, a través del Plan de Inversiones y Financiación en Infraestructuras de las Comarcas Alicantinas 2020-2023 (Planifica), para actuar en esa calle situada en la ladera de la sierra. Sin embargo, los nuevos hundimientos han obligado al Ayuntamiento a no esperar la aprobación de esas ayudas. «Aunque hayamos decidido licitar de emergencia la obra, por la situación de peligro, esperamos que la Diputación de Alicante nos conceda esa la subvención dado que el proyecto que presentamos es el mismo con el que hemos actuado», explicó el alcalde callosino.