Consultas minúsculas, goteras, daños estructurales y falta de accesibilidad. Son las condiciones en las que trabajan los profesionales sanitarios de algunos consultorios médicos de Orihuela y que sufren especialmente los cientos de pacientes a los que atienden a diario, en anticuados locales más propios de mediados del siglo pasado. En concreto, los de las pedanías de Virgen del Camino y Correntías. El mantenimiento de estas instalaciones corre a cargo del Ayuntamiento de Orihuela. En el caso de Virgen del Camino, el consultorio ocupa una vieja oficina municipal, las antiguas escuelas, donde se atiende a unos 600 vecinos de esta pedanía oriolana, de La Murada (Orihuela) y de la vecina Callosilla (Callosa de Segura). En Correntías, que sirve a una población de unas 800 personas, el local no es del consistorio sino alquilado, lo que dificulta al Ayuntamiento para acometer allí una obra.

Las deficiencias son muchas y visibles incluso antes de entrar, en la propia fachada de estos consultorios. Dentro, la imagen es desoladora. En el caso del local de Virgen del Camino, en sus escasos 35 metros cuadrados se juntan la consulta de enfermería, la del médico, una pequeña sala de espera y un baño compartido por personal sanitario y usuarios, algo que incumple los protocolos sanitarios, y al que no podría entrar alguien en una silla de ruedas, y eso que se trata de una instalación donde acuden pacientes que la necesitan. En las salas, la falta de aire acondicionado y calefacción obliga a atender en abrigo en las épocas más frías y a poner un ventilador en verano. No faltan las humedades.

Minúscula consulta en Virgen del Camino, con ventilador; y camilla con salpicaduras por las goteras, en Correntías. | INFORMACIÓN

Y lo más sangrante, allí trabajan tres personas –un médico, un enfermero y un administrativo– pero solo hay dos minúsculas consultas, lo que obliga a que cuando el enfermero tiene que atender a un paciente, el administrativo se tiene que ir. «Debe ser el único establecimiento sanitario en el mundo donde hay dos salas para tres trabajadores, teniendo que alternarse el enfermero y el administrativo para ocupar una consulta», denuncia, con asombro y estupefacción el médico José Manuel Peris, delegado del Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana en el Departamento de Salud de Orihuela. Además, cuando el administrativo no está en esa consulta, no se puede dar cita a los pacientes. En las consultas, poco iluminadas, apenas caben el médico o enfermero y el paciente, y el material se amontona en los rincones y sus cajas se acumulan en cualquier lado ante la falta de un almacén y de taquillas para dejar utensilios personales y ropa como batas.

Consultorios de Orihuela: daños estructurales, goteras y sin espacio para las sillas de ruedas | INFORMACIÓN

Bolsas contra filtraciones

En Correntías la situación no es mejor. Unas bolsas de basura tapan estos días la camilla y los preciados aparatos médicos, como el electrocardiograma o el esfigmomanómetro, para evitar que las goteras los estropeen. El agua cae sin cesar en días lluviosos como los de estos días. Hay humedades en la sala de curas, en el baño o en el espacio en el que los pacientes esperan a ser atendidos. Están por todas partes, en paredes y suelos, en este cochambroso local. La cubierta quedó dañada por la gota fría de septiembre y, desde entonces, a poco que llueva, se filtra el agua dentro del edificio. La humedad ha desconchado las paredes. Parece mentira que allí se pueda atender a gente que acude para curarse una dolencia.

Este centro médico tiene también problemas de accesibilidad ya que la puerta es demasiado pequeña para que pasen las sillas de ruedas por lo que, en ocasiones, se ha tenido que atender al paciente en la ambulancia que lo ha trasladado. El baño tampoco es accesible y hay agua caliente solamente en un lavabo y brilla por su ausencia en las consultas médicas.

Desde el Sindicato Médico aseguran comprender las prioridades sanitarias actuales, «pero denunciamos alto y claro cómo se está atendiendo a la población en estos consultorios», señala Peris, quien critica tanto a la Consellería de Sanidad, encargada de la gestión sanitaria de los consultorios y su personal, como del Ayuntamiento de Orihuela, que cede los locales y se encarga de su mantenimiento. «No son locales adecentados para atender a la población de estas localidades. No son dignas de los tiempos que vivimos, ni para los profesionales ni por supuesto, para la población que paga sus impuestos», denuncia este médico, quien define la situación de estos consultorios con una frase: «estamos administrando vacunas del siglo XXI en consultas de mediados del siglo XX, y así no se puede seguir».

Actuaciones previstas

El edil de Sanidad, José Galiano, explicó a preguntas de este diario, que el Ayuntamiento tiene previsto actuar en ambos consultorios y no ocultó que su estado «es lamentable». En el caso de Virgen del Camino, el área que dirige elaboró un pre proyecto para construir un nuevo consultorio médico en el mismo lugar que ahora ocupa el viejo edificio municipal que lo alberga. El Ayuntamiento lo envió antes del verano a la Conselleria de Sanidad, que debe dar el visto bueno. «Estamos a la espera de que nos conteste», justifica Galiano, quien asegura que «en cuanto recibamos su autorización lo construiremos», para lo que reservará una partida de unos 160.000 euros. Este local municipal cuenta con un problema añadido. Está situado en suelo considerado como vereda y no urbanizable aunque según el edil «al haber un edificio allí consolidado, propiedad del Ayuntamiento, estamos mirando la fórmula para poder construir uno nuevo».

En Correntías, al ser alquilado el local, el Ayuntamiento no tiene más margen que buscar un nuevo espacio para levantar un consultorio. «La dificultad es que no hay mucha disponibilidad de suelo urbano en la pedanía y los vecinos quieren que no esté muy alejado de las viviendas», señala el edil. En el edificio actual, que es una planta baja, el Ayuntamiento solo puede hacer pequeñas reformas y arreglos al ser alquilado, lo que impide acometer allí la gran inversión que necesitaría para convertirlo en un consultorio digno para atender a personas.