Las abundantes precipitaciones en forma de nieve en la cabecera del río Tajo por el paso de la borrasca Filomena garantizan agua suficiente en los embalses de Entrepeñas y Buendía para trasvasar a la cuenca del Segura hasta, al menos, la próxima primavera, según el presidente de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE) y responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), el catedrático Jorge Olcina Cantos. Este experto asegura que antes de Filomena esos pantanos desde donde se suministra al trasvase (Entrepeñas y Buendía y localizados en Guadalajara) tenían un volumen embalsado de 615 hectómetros cúbicos, cifra que «con toda probabilidad» se elevará a los 650 «o incluso más» en las próximas semanas por el proceso de deshielo, según declaraciones del catedrático, recogidas por la Agencia Efe. «Por lo tanto se garantizan los envíos del trasvase» ya que «el umbral mínimo (para autorizar el trasvase para riego agrícola y suministro urbano sumados los dos embalses) está situado (desde 2013) en 400 hectómetros cúbicos, a partir del cual se interrumpen los envíos». De esta manera «con lo que hay y lo que se seguirá almacenando en las próximas semanas está garantizado hasta la primavera, seguro», el trasvase del Tajo a la cuenca del Segura. «La cantidad de nieve acumulada estos días en la montaña ibérica garantiza caudales abundantes en la cuenca del Tajo y especialmente en la cabecera del río para todo este año, lo cual es una buena noticia también para el sureste peninsular», explicó Olcina.

De momento, sin embargo, esos embalses de cabecera del Tajo tan solo han visto incrementar tres hectómetros sus reservas esta semana, por lo que habrá que esperar a la evolución de la recarga de acuíferos en los próximos días para que esa previsión se haga realidad. Los embalses de la cuenca del Tajo está a poco más 50% de su capacidad total: Buendía cuenta con 304 hectómetros cúbicos (17% de su capacidad) y Entrepeñas con 314 (38,6%), según los datos actualizados ayer por el Ministerio de Transición Ecológica.

En este inicio de año esas reservas coinciden con la media de la última década y son algo superiores a la misma semana del pasado año. Filomena también ha repercutido favorablemente en la cabecera del Segura -las imágenes de las altiplanicies como la de Hernán Pelea lo atestiguan- y ayudará a elevar las reservas de sus pantanos, pese a que en esta zona geográfica «la nevada no ha sido tan importante», según Olcina. La actualización semanal de las reservas en los embalses de la cuenca del Segura no recogen todavía el impacto del temporal y se mantienen al 35% de su capacidad, con algo más de 400 hectómetros cúbicos, un diez por ciento por debajo de la media de la última década.

El impacto de las precipitaciones en la cabecera del Tajo y en los embalses del Segura es todavía mínimo y ambos sistemas hidrográficos apenas han visto incrementadas sus reservas esta semana a la espera del deshielo

Episodio histórico

De la borrasca Filomena, Olcina destacó que para Madrid ha sido un episodio histórico que «por mucho que se quiera comparar con la ola de frío de las navidades del 1970-71, no tiene comparación ni un antecedente histórico próximo: Como poco habría que remontarse al temporal de nieve de 1904 en Madrid»