Viviendas palafíticas para prevenir las inundaciones ante el cambio climático. El catedrático de Geografía de la Universidad de Alicante y director del Laboratorio de Climatología, Jorge Olcina, planteó ayer que la construcción de viviendas en muchas de las zonas inundables de la provincia, más expuestas al previsible aumento del nivel del mar y, sobre todo, al impacto de la gota fría, debe ajustarse a un modelo urbanístico similar al que se adoptó en Nueva Orleans tras el paso del huracán Katrina.

Casas unifamiliares o chalets levantados sobre pilares, con lo cual todas las habitaciones, incluidas cocinas, salones y baños, quedarían elevadas. Solo se permitiría, en algunos casos, que los bajos acogieran las plazas de garaje. Las aseveraciones de Jorge Olcina se producían en el marco de una jornada organizada por el Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante para analizar posibles medidas para reforzar la resistencia de los edificios frente a las inundaciones, que contó con la presencia de Rubén Martínez Dalmau, vicepresidente segundo y conseller de Vivienda.

«Cuando hablamos de viviendas palafíticas en las zonas inundables de la provincia, nos referimos a chalets y casas unifamiliares levantadas sobre pilares, y dejando todos los bajos libres. En estas zonas también es conveniente contar con parques inundables y depósitos para recoger el agua de la lluvia», explicó Olcina. El climatólogo reitera que todas las señales y estudios sobre el cambio climático apuntan a que en los próximos años va a aumentar la intensidad de los temporales marítimos y la virulencia de los episodios DANA. En este sentido, el geógrafo apuesta por ir retirando, «de forma consensuada», edificaciones de la primera línea de la costa muy sensibles al embate de las olas cuando se produce un temporal.

En este sentido, Un informe del Laboratorio de Climatología alerta de que la primera línea de la costa mediterránea va a ser la zona que sufra las mayores consecuencias del cambio climático en la franja litoral, pero no ya por el aumento del nivel del mar, que se producirá, sino por un incremento sustancial de la frecuencia y virulencia de los temporales que barrerán las playas en los próximos 30 años. Fuertes oleajes y subidas repentinas de la marea que dañan playas y afectan a las construcciones en primera línea. El director del Laboratorio de Climatología de la UA y presidente de los geógrafos españoles, Jorge Olcina, reclama, en este sentido, al Gobierno una revisión urgente de la Ley de Costas «que se modificó en 2013 si tener en cuenta el cambio climático. Es necesario reducir algunas concesiones que se prorrogaron 70 años más y pueden quedar indefensas ante las batidas del mar», destacó Olcina.

Una petición que suscriben también geógrafos de la Universidad de Murcia (UMU), como el doctor Alfredo Pérez Morales. «En lo que se refiere a temporales marítimos de levante, no tengo información de tendencias de los últimos años. Sin embargo, si consideramos que los principales episodios de lluvia de fuerte intensidad horaria son los ocasionados por temporales de levante».

Adaptación al cambio

Olcina subrayó, por otro lado, que las viviendas deben adaptarse a otra serie de circunstancias relacionadas con el cambio climático. Ante el aumento de las temperaturas es necesario incorporar a las viviendas sistemas eficientes de refrigeración y sistemas de ventilación natural, generando corrientes de aire internas en edificios y viviendas. Los expertos, por otro lado, advierten que al igual que las tormentas van a ser mucho más intensas, también lo serán las sequías «de ahí que es urgente incorporar sistemas de ahorro de agua en la grifería, y la instalación de depósitos en edificios y urbanizaciones (aljibes)».

La viviendas deben ser más luminosas con terrazas y también se debe apostar por la instalación de paneles solares y puntos de recarga eléctrica para favorecer la movilidad. «Y tampoco debemos olvidarnos de un diseño de las ciudades adaptado al peatón, con avenidas amplias, zonas verde y carriles para las bicicletas».