Con sus más de 365 kilómetros cuadrados, Orihuela es el municipio con mayor extensión de la provincia, pero su dificultad geográfica radica en que no es un núcleo unido sino que cuenta con partidas rurales muy dispersas, rodeadas por otros términos municipales y distanciadas entre sí (algunas más de 30 kilómetros, distancia similar a la que separa el casco urbano de las urbanizaciones de su litoral). Y esto es un quebradero de cabeza para la localidad en una situación de crisis sanitaria donde se ha decretado su cierre perimetral desde el viernes a las 15 horas hasta el lunes a las 6 de la mañana, como en los otros 15 municipios de más de 50.000 habitantes de la Comunidad Valenciana. Las dudas desde que el presidente Ximo Puig anunció la medida no han cesado. Las preguntas que todos los oriolanos se hacen son las mismas: «¿Podré ir desde mi pedanía a comprar a un supermercado del centro de Orihuela?», o «¿podré desplazarme a mi casa de Orihuela Costa?». Dudas que han llevado a una serie de interpretaciones contrarias entre sí aumentando aún más la confusión. Ayer, el Gobierno local y la junta de mandos de la Policía Local, tras arduas reuniones, quisieron dejar claro que sí se podrá ir desde un punto del término municipal de Orihuela a otro, aunque se atraviesen otras localidades. Eso sí, siempre que se haga en tránsito, sin parar en esos municipios que se atraviesan, al igual que un vecino de otra localidad podrá atravesar el término de Orihuela, pero sin detenerse en la capital de la Vega Baja.

El decreto del Consell que regula el cierre perimetral de esos municipios no entra, obviamente, en especificidades locales, en las que Orihuela se lleva la palma con su veintena de pedanías dispersas y aisladas como islas por la Vega Baja. El gobierno local ha tenido que recurrir a una norma de rango superior para salvar la problemática planteada. En concreto, el ejecutivo local, tras varias consultas a nivel provincial y autonómico, se ciñe al artículo 6.3 del Real Decreto 926/2020, de 26 de octubre, que establece que «no estará sometida a restricción alguna la circulación en tránsito a través de los ámbitos territoriales en que resulten de aplicación las limitaciones previstas». El Gobierno de Pedro Sánchez incluyó esa salvedad para permitir que un ciudadano de una comunidad autónoma sin cierre perimetral pudiera atravesar otra región cerrada para ir a su destino en una zona sin limitaciones.

«Tenemos unas particularidades que no tienen otros municipios con las mismas restricciones como Alicante, Elche o Alcoy, con núcleos de población más compactos», señala el edil de Emergencias de Orihuela. «Dentro del municipio se permitirá la movilidad a pesar de que para ello los vecinos de Orihuela tengan que atravesar otros municipios para ir, por ejemplo de la pedanía de La Murada al casco urbano o de Torremendo a Orihuela Costa, siempre sin parar en los territorios intermedios porque si un oriolano se para a comprar, por ejemplo, en San Miguel de Salinas, le podrán multar», explica.

También los oriolanos que tengan una segunda vivienda en Orihuela Costa podrán seguir yendo los fines de semana. Los que no lo podrán hacer son, por ejemplo, los torrevejenses o pilareños que tengan casa en el litoral oriolano al estar el municipio confinado y pese a su cercanía.

La aislada Barbarroja

El caso más llamativo y donde desde el consistorio se asegura que se será más permisivo, es el de Barbarroja. Una pedanía oriolana de apenas 90 habitantes alejada del centro de Orihuela a nada menos que 30 kilómetros, tras atravesar un sistema montañoso. Los vecinos de este pequeño territorio de Orihuela, encajado en el Medio Vinalopó, a pocos metros de la frontera con la Región de Murcia y donde se habla valenciano, hacen sus compras en el vecino municipio de Hondón de los Frailes, fuera de las medidas restrictivas. En este caso se será permisivo para que sus confinados vecinos pueden seguir yendo el fin de semana al supermercado, aunque las autoridades piden que se eviten otras actividades no esenciales, como dar un paseo.

La pedanía de Barbarroja está encajada en el Medio Vinalopó y lejos de otros puntos de la ciudad. | TONY SEVILLA

La junta de mandos de la Policía Local de Orihuela, presidida por el edil de Seguridad Ramón López y el Intendente José María Pomares, se reunió ayer para aclarar la confusión generada a principios de semana cuando desde esa policía se aseguraba que estaba prohibida la circulación entre territorios de Orihuela si había que atravesar otros términos municipales, mientras que la Guardia Civil y el alcalde Emilio Bascuñana señalaban que sí se podía. Finalmente, el sentido común ha vencido y la Policía Local de Orihuela comunicó ayer que los residentes en Orihuela podrán moverse por el término municipal, siempre que su punto de partida y de destino esté en el municipio de Orihuela. Al igual que las localidades que quedan encajadas dentro de territorio oriolano, como Bigastro, Rafal o Jacarilla que, pese a no ser a las que afecta el confinamiento, tienen que atravesar término de Orihuela para salir de su localidad. «Podrán atravesar en tránsito el municipio de Orihuela, pero lo que no podrá hacer alguien de Bigastro es visitar a un familiar de la vecina pedanía de Correntías ni viceversa», explica Valverde.

Y ¡ojo!, porque la Policía Local, la Guardia Civil y la Policía Nacional harán controles aleatorios por el municipio para vigilar que se cumple el confinamiento perimetral. Desde el consistorio reconocen que es técnicamente imposible controlar todas las entradas y salidas del municipio, pero sí habrá controles en todo tipo de vías para evitar el pillaje de entrar o salir por un camino secundario.