Desde aceites a cosméticos. Del cáñamo se pueden obtener muchos productos, más allá de cuerdas o calzado. Aceites o cosméticos son cada vez más frecuentes en las tiendas y ese será el destino del cultivado en Callosa.
Aceites o cosméticos callosinos. Son algunos de los productos que se pretende obtener del cáñamo cultivado en Callosa de Segura. La localidad fue la cuna del cultivo de esta planta hasta finales de los 60. Su importante industria de redes y cuerdas, ahora sintéticas, lo atestiguan. Pero el municipio no ha querido perder la oportunidad que le ha presentado una empresa asentada en Elche para retomar el cultivo industrial del cáñamo. Una parcela de 2.000 metros cuadrados ya tiene las primeras semillas plantadas desde ayer, cuya primera cosecha se recogerá en tres meses y de ahí a su utilización para un sinfín de productos, como zumos y encapsulados, una vez que la investigación asociada a este cultivo experimental haya dado con las respuestas que determinarán la variedad a plantar en invierno, la época idónea para la plantación y el cultivo de dichas variedades. En otra parcela del municipio se plantarán semillas de semillero con otras dos variedades diferentes.
«Pretendemos generar productos a través del cáñamo para revitalizar la economía de la zona a través de la agricultura y la industria del cáñamo», explicó Pablo Beneit, de la empresa Inmunatur. Se trata de un proyecto conjunto de esa mercantil, con sede en Torrellano, y el agricultor de Callosa Víctor Rodríguez, que pretende desarrollar, mediante economía sostenible y recircular, productos derivados del cáñamo, e involucra, entre otras entidades, a la Escuela de los Trabajos Artesanales del Cáñamo y al Museo del Cáñamo de la localidad, a las que pretende dar soporte.
Se han plantado varias variedades y una investigación asociada al proyecto determinará las que mejor se adaptan
La empresa que ha puesto en marcha la iniciativa investiga, desarrolla e importa aceite de cáñamo y productos cosméticos de varios países de la Unión Europea, pero pretende centrar su actividad íntegramente en la Comunidad Valenciana «para así revitalizar un cultivo ancestral y que tanto aportó a la economía de la región y generar sinergias entre agricultor, investigación, desarrollo, manufactura y comercialización de producto», señaló Beneit.
La plantación se realizará en cuatro fases experimentales que determinarán la variedad a plantar y la época idónea para la plantación. La primera de las plantaciones se llevó a cabo ayer con la siembra de dos variedades que actualmente cultiva esa empresa en Dinamarca en el verano y que pretenden plantar en Callosa en invierno.
La plantación se recolectará en cuatro fases y se destinará a la investigación de un producto que tiene propiedades alimentarias, terapéuticas y medicinales. Después se iniciará un proyecto conjunto con una empresa tecnológica de la Comunidad para determinar las características de los aceites del cáñamo, así como la investigación de sus propiedades con una universidad para desarrollar nuevos productos derivados del mismo. Además, se aprovecharán los residuos para destinarlos a la confección de suelas ecológicas biodegradables para calzado, entre otros. «Hemos conseguido biomaterial con el cáñamo que sobra evitando quemas y emisiones de gases contaminantes a la atmósfera una vez finalizados todos los procesos con la planta», indicó Pablo Beneit.
