El alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón (PP) ha delegado en el director general de Urbanismo y Proyectos, Víctor Costa Mazón, y en la junta de gobierno local la práctica totalidad de sus competencias como concejal de Urbanismo. En el Director General de Urbanismo, Proyectos e Infraestructuras y Servicios Básicos delega las funciones propias del órgano promotor en materia de evaluación ambiental de competencia municipal, y en la junta de gobierno local las funciones de órgano ambiental municipal, las competencias en materia de evaluación ambiental.

A partir de ahora prácticamente la totalidad de los procedimientos de aprobación pormenorizada se aprobarán de forma colegiada lo que incluye los planes urbanísticos municipales , los planes de ordenación, estudios de detalle o sus modificaciones.

Desde el punto de vista de la gestión, según fuentes municipales, la resolución municipal en forma de edicto, es un vaciado de competencias para el primer edil con la que se traspasa la responsabilidad de las principales decisiones a adoptar al órgano colegiado y al director general.

El urbanismo y su gestión, que ha sido el epicentro de las críticas a la gestión del Ayuntamiento de Torrevieja durante años, desempeña ahora en época de crisis un papel muy secundario en las preferencias municipales durante el actual mandato.

Torres, La Hoya y PGOU

La decisión de Dolón, que es además diputado provincial, se adopta en un momento en el que se ha reavivado la polémica sobre el modelo urbanístico local después de que el área de Urbanismo haya agilizado trámites para ultimar la autorización de proyectos de construcción de torres de entre 22 y 29 alturas en distintos puntos de la ciudad. En concreto la tramitación de proyectos de torres junto a la playa de Los Náufragos, El Acequión y Cala del Palangre.

Eduardo Dolón ha restado importancia a esa gestión asegurando que se trata de iniciativas a medio o incluso largo plazo y que las tramitaciones forman parte de un paso administrativo más. La evaluación de las iniciativas de empresas en distintas fases como Baraka (dos torres), Metrovacesa (tres), Don Sento (tres) y Los Náufragos (nueve) se ha estado realizando incluso durante el periodo de estado de alarma. El primer edil atribuye la potenciación de estas propuestas urbanísticas al anterior mandato municipal pese a que las modificaciones urbanísticas puntuales del Plan General de Ordenación Urbano (PGOU) que las avalan, fueron tramitadas en la recta final de los mandatos de Pedro Hernández Mateo (PP) con la libertad tipológica y la promoción de la actividad hotelera.

Otro de los frentes abiertos en el área de Urbanismo es la aprobación definitiva del plan urbanístico de La Hoya. El proyecto residencial es el de mayor envergadura de la provincia de Alicante por número de viviendas -más de siete mil- y superficie, 1,7 millones de metros cuadrados. Además una nueva zona comercial en paralelo de la CV-905. Tras más de quince años de tramitación tiene todos los instrumentos urbanísticos aprobados y el impulso de la adquisición de buena parte de los terrenos urbanizables por parte del Grupo TM. Casi desde el inicio de este mandato el gobierno local ha indicado que el visto bueno final depende de un informe de la Generalitat que era inminente.

Como tercer asunto pendiente está la adjudicación de la redacción del Plan General Estructural de Torrevieja (antiguo PGOU), que está en fase de evaluación desde hace casi un año sin resolverse. Aunque la revisión, que debe actualizar el vigente plan de 1986, es un asunto fuera de la agenda de asuntos prioritarios para el gobierno popular, y más en un periodo donde la atención está centrada en la crisis sanitaria, sí aparece de forma transversal en casi todos los informes de expertos como uno de los elementos esenciales para la transformación del destino en la Estrategia de Desarrollo Turístico de la ciudad, encargado por la Universidad de Alicante.