La comisión de evaluación ambiental de la Generalitat validó el lunes la solicitud de autorización ambiental integrada de la planta de autobaterías Clarios de Guardamar para aumentar su producción anual en 2,5 millones de unidades y alcanzar los diez millones. La petición estaba tramitándose por la administración autonómica desde 2016. No es el paso definitivo. El trámite debe trasladarse a información pública en el plazo de diez días y puede ser alegado.
El alcalde de Guardamar del Segura, José Luis Sáez (PSOE), mostró su satisfacción por el visto bueno porque despeja el futuro de la planta que genera 400 puestos de trabajo directos, la mayoría vecinos del municipio y de la Vega Baja. Sáez explicó que el retraso en el procedimiento estaba poniendo en peligro, a su juicio, las inversiones que la empresa multinacional tiene previstas en la planta e incluso ya planteaba desviarlas a otros centros de producción. También remarcó que de esta fábrica, que se instaló junto la N-332, entre el casco urbano de Guardamar y San Fulgencio, hace más de medio siglo, dependen también numerosos puestos de trabajo indirectos a través de empresas proveedoras auxiliares y de transporte, entre otras.
Hace unos días, con anterioridad a esta propuesta de autorización a la solicitud de ampliación, la petición de Clarios se estimó favorablemente desde el punto de vista ambiental. Ecologistas en Acción ha reclamado durante todo el proceso de tramitación que la Generalitat reclamara a la empresa las mejoras técnicas más avanzadas para impedir las emisiones de plomo al aire. En esa evaluación se ha incluido, a instancias de este colectivo, un informe de Salud Pública en el que la empresa ha aportado las fichas con la información de las materias primas que usa para la fabricación de autobaterías. Finalmente no se ha realizado el estudio que solicitaron sobre el impacto de las emisiones en el medio ambiente del entorno -huerta tradicional- durante todos los años de producción. La empresa llegó a registrar hasta una tonelada de estas emisiones al aire de plomo al aire (2011), que ha rebajado a unas cien. El alcalde asegura que Clarios ha ido informando año a año al Ayuntamiento sobre las mejoras para evitar el posible impacto de su actividad al medio ambiente y en la salud de sus trabajadores «La empresa tiene fijados unos estándares de seguridad muy por encima de lo que la legislación le exige», mantiene el primer edil que explica que entre la plantilla no se han llegado a dar casos de afectación por el uso de materiales tóxicos como sí ha ocurrido en otras industrias de la provincia.
La administración también ha reclamado a la empresa que deje de arrojar las aguas de su sistema de saneamiento convencional, así como las aguas de origen industrial, al azarbe de riego anexo a la planta y que desemboca en el mar. Ambos vertidos son depurados previamente en la planta. Otorga un plazo de cinco años para que la empresa invierta en la construcción de un colector que envíe esas aguas a la depuradora de Guardamar.
Ecologistas en Acción lamenta que ninguna de las empresas dedicadas en España a la producción de baterías, y en especial esta de Clarios en Guardamar, se estén replanteando su producción a la fabricación de baterías para coches eléctricos como está ocurriendo en el resto de Europa; una fabricación que tiene un impacto mucho menor en el medio ambiente. El portavoz de Ecologistas en Acción explica que espera recibir la información pública sobre esta propuesta de autorización para presentar alegaciones.
