La empresa pública que gestiona la construcción y explotación de desalinizadoras, Acuamed, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, mantiene abandonado y sin terminar el paseo del dique de Poniente de Torrevieja desde 2014. Los vecinos de los barrios del litoral sur de Torrevieja utilizan igualmente este espacio público para pasear. Las vallas instaladas por el Ayuntamiento para evitar el acceso están tumbadas.

Las obras del paseo fueron abandonadas por la adjudicataria con buena parte del proyecto completado. Formaban parte de la compensación al municipio por la instalación de la desalinizadora en 2013. Mientras Acuamed acaba de confirmar la redacción del proyecto de ampliación de la planta a una producción de 120 hectómetros de los cinco proyectos de compensación por 20 millones de euros solo se ha realizado la reurbanización de San Roque, con un coste de cinco millones y adjudicada a la misma empresa que construyó y explota la planta desalinizadora, Acciona.

Entre las obras pendientes figura un paseo en la playa del Acequión, la reurbanización de la avenida de Diego Ramírez, la senda peatonal de San Roque hasta Ferrís y la adecuación del entorno del canal del Acequión.

Las actuaciones en torno a la planta están siendo investigadas por los sobrecostes de las obras que el procedimiento judicial fijan en veinte millones de euros sobre los 220 en los que estaba fijado el presupuesto de la obra civil. 80 más son el contrato de explotación de la infraestructura. Esa investigación que hizo dimitir a la cúpula de Acumed durante el último mandato de Mariano Rajoy en el Gobierno central son la justificación oficial para que no se aborden las obras comprometidas de compensación en Torrevieja. Sin embargo,

Acuamed, que desde 2019 ha doblado su producción de agua desalinizada de 40 a 80 hectómetros anuales tras poner en marcha una nueva subestación eléctrica, sí sigue adelante con los trámites para ampliar la instalación para que pueda producir 120 hectómetros al año.