El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha destinado un total de 3.909.730 euros para explotaciones agrícolas y ganaderas de la Comunidad Valenciana afectadas por la DANA de septiembre de 2019. De ese total, prácticamente todas las ayudas, 3.895.567, son para municipios de la provincia de Alicante, la mayoría de la Vega Baja, la comarca que resultó más afectadas por la gota fría. Solo en la zona se estima que hubo más de 100.000 hectáreas que resultaron dañadas. La importancia de estas ayudas radica en que van destinadas a paliar las daños por la pérdida de más del 30% de la producción y los daños ocasionados en distintos elementos de la explotación no asegurables, siempre que el beneficiario tenga pólizas amparadas por el Plan de Seguros Agrarios Combinados. De esta forma, vienen a complementar otras ayudas y las compensaciones recibidas por parte de las aseguradoras.

Estas subvenciones, derivadas de los reales decretos 539/2020 y 540/2020, de 26 de mayo, se distribuirán entre explotaciones de cerca de medio centenar de municipios. En la provincia de Alicante, explotaciones agrarias y ganaderas de los municipios de Alicante, Almoradí, Crevillent, Elche, Orihuela y Rojales han percibido 352.122 euros para hacer frente a la merma de más del 30% de producción. Así mismo, explotaciones de Albatera, Alcocer de Planes, Alcoy, Algorfa, Altea, Aspe, Benejúzar, Benferri, Beniarrés, Benifallim, Benimarfull, Bigastro, Callosa de Segura, Callosa d’en Sarrià, Catral, Cocentaina, Cox, Daya Nueva, Dolores, Hondón, Formentera del Segura, Gaianes, Guardamar del Segura, Jacarilla, Xixona, L’Alqueria d’Asnar, Los Montesinos, Monforte del Cid, Muro de Alcoi, Penáguila, Pilar de la Horadada, Planes, Polop, Rafal, Redován, San Fulgencio, San Isidro, San Miguel de Salinas, Torrevieja, Vall de la Gallinera y Villena han recibido subvenciones por un total de 3.543.444 euros por los perjuicios sufridos en elementos afectos no asegurables. En la provincia de Castellón, explotaciones de Alquerías del Niño Perdido y en la de València, explotaciones de Moixent, han percibido 14.163 euros por afectación de bienes.

Incidencia

La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) de 2019 encontró su punto más álgido durante los días 12, 13 y 14 de septiembre y, afectó gravemente a extensas zonas de la Comunidad, con especial incidencia en la Vega Baja. La virulencia de las lluvias provocó graves inundaciones que generaron daños de todo tipo, entre los que destacaron los producidos en el sector de la agricultura y la ganadería. Un total de 2.800 hectómetros cúbicos precipitaron en toda la cuenca del Segura (el triple de lo que es capaz de embalsar), 400 litros por metro cuadrado en algunos municipios, y el desbordamiento del río Segura, que causaron unos 3.000 millones de euros en pérdidas, gran parte en la agricultura.

La Conselleria de Agricultura cuantifica en 20 millones de euros la cantidad abonada ya en indemnizaciones de Agroseguro, es decir, las que cubren daños en los cultivos. Desde Agroseguro, precisamente, ya advirtieron que de las 300.000 hectáreas de cultivos que se vieron afectadas por la gota fría en las distintas provincias solamente 50.000 estaban aseguradas. En la comarca, más del 90% de las fincas que no tenían seguro eran hortícolas, y fueron las que perdieron el total de la producción. En el caso de los cítricos las consecuencias siguen notándose con la muerte de numerosos árboles meses un año después de que sucediera la DANA.

Para Agroseguro se trató del mayor siniestro de gota fría en la historia del seguro agrario. Desde el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación recuerdan a agricultores y ganaderos la importancia de contar con un seguro, ya que es la única herramienta de gestión de riesgos a disposición del sector que permite hacer frente a las pérdidas económicas tras un siniestro de origen climático.

La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA) señalaba entonces que de las 300.000 hectáreas de cultivo que registraron daños como consecuencia del temporal, 150.000 se encontraban en la provincia de Alicante, concretamente en la Vega Baja y el Alto Vinalopó. En estas comarcas el 100% de los cultivos hortícolas (alcachofa, patata, batata, boniato, brócoli, coliflor, zanahoria…) se echaron a perder, precisamente unas producciones que tienen un bajísimo índice de contratación del seguro, de entre el 5 y el 10%, por lo que las pérdidas para los agricultores fueron millonarias.