Si hay un ave que cualquiera de nosotros reconocería, esa es el gorrión común. Una especie que se ha adaptado tan bien a la vida en las ciudades que incluso comparten hogar (es fácil que aniden en un tejadillo o en el hueco que queda del aparato del aire acondicionado). Pero si hay una evidencia clara es que, de unos años para aquí, ya no es tan sencillo escuchar su piar o ver sus incesantes movimientos en busca de cualquier miga de pan que caiga cuando comemos en una terraza. En España la población se ha reducido en un 21%, es decir, 30 millones de ejemplares según los datos de SEO/BirdLife , la organización mundial con más de 60 años de vida que protege a especies de aves de todo el mundo. Y si ellos desaparecen, algo estamos haciendo mal y es un síntoma claro de que no está bien la salud de las ciudades. En Torrevieja no están dispuestos a dejar de ver en sus calles y parques a estos gráciles «pajarillos». El Ayuntamiento, junto a la empresa que gestiona el agua, Agamed y la Asociación Faunatura, han puesto en marcha el proyecto «SOS Gorriones», que pretende fomentar la conservación y recuperación de las poblaciones de aves urbanas, a través de la confección e instalación de cajas-nido específicas para aves paseriformes en Torrevieja. Y los encargados de hacerlas son personas, de todas las edades, discapacitados intelectuales, con demencia o con necesidades educativas especiales, a los que les sirve también como terapia para fomentar habilidades para su autonomía personal.

Conscientes del acusado declive que sufren actualmente las poblaciones de aves asociadas a los medios urbanos, los usuarios del Centro Ocupacional ALPE, el Centro de la Asociación de Padres de Alumnos con Necesidades Educativas Especiales (APANEE) y el Centro de la Asociación Alzheimer de Familiares y Amigos de Torrevieja (AFA) son los encargados de construir las cajas-nido y pintarlas, en un proyecto «muy ilusionante para ellos», en palabras de la responsable de uno de estos centros. Estos usuarios, de todas las edades, trabajan así en un taller en el que se pretende ejercitar tanto física como cognitivamente a los participantes, así como estimular su coordinación y expresión artística, a la vez que se transmiten valores de educación ambiental y se establece un contacto con la naturaleza y los animales. A su vez, este proyecto de integración ayuda a salvar a los gorriones de una más que posible desaparición de la ciudad, debido al declive que sufre esta especie. Una vez montadas todas las cajas-nido (cavidades artificiales que simulan agujeros y oquedades de árboles o rocas, de manera que proporcionan a estos animales refugios para la cría, así como posaderos en los que descansar durante sus desplazamientos), se instalarán en diferentes puntos del término municipal. Entre estos puntos se encuentran los Centros de ALPE, APANEE, AFA Torrevieja, el IES Mare Nostrum, así como en otros centros educativos e instituciones.

Además, los alumnos del instituto IES Mare Nostrum se encargarán de revisar los nidos instalados de años anteriores y colocarán una caja-nido espía, que vendrá equipada con una webcam de emisión en directo que se conectará a la red de internet del centro donde podrán ver desde la puesta de huevos, hasta su nacimiento o el desplume. Una iniciativa con la que conseguir que el piar de los gorriones siga siendo ese sonido que nos resulta tan familiar.