El gobierno local de PP y Cs vendió el recinto de la Plaza de Toros de Orihuela, en el anterior mandato, como un espacio multiusos, pero 21 meses después de su rehabilitación aún no puede usarse porque carece de licencia de actividad. El que fuera proyecto estrella del alcalde Emilio Bascuñana (PP) solo se ha usado una vez desde que se recepcionaran las obras, en mayo de 2019, para convertir el abandonado recinto en un espacio para ocio y espectáculos culturales y musicales con capacidad para 2.800 personas. Fue para un evento, la cena de gala de la Armengola, poco después de que acabaran las obras en 2019 y a pesar, como este diario ha podido constatar ahora, de que no cuenta con licencia de actividad. Un permiso que ahora el Ayuntamiento quiere obtener, y aunque depende de esta administración, ha decidido contratar a una empresa externa para obtener la documentación necesaria para que el propio consistorio dé el visto bueno a la licencia de actividad.

El gobierno local ha aprobado un contrato menor, que evita sacar a concurso los trabajos técnicos dirigidos a la legalización de la actividad del recinto multiusos de la Plaza de Toros. Para ello, el Ayuntamiento, a instancia de la Concejalía de Festividades, sin publicidad mediante, invitó a optar al contrato a tres empresas del sector, a las que, como marca la ley, pidió presupuesto. Finalmente, Contratación ha adjudicado el contrato a la mercantil Inpromon S.L., que señala como la «más favorable» para los intereses municipales. El contrato asciende a 7.865 euros y tiene una duración de 4 meses. La adjudicataria, que ya ha obtenido varios contratos con el consistorio oriolano, sobre todo durante el mandato de la popular Mónica Lorente (alguno, incluso, estuvo investigado), tendrá que elaborar la documentación necesaria ( memoria e informe técnico) para que el Ayuntamiento pueda obtener la licencia de actividades y así poder dar uso a la Plaza de Toros, ya que ahora es imposible realizar ninguna actividad allí por no disponer del permiso oportuno. Sobre todo, tendrá que ver si hay deficiencias y cómo subsanarlas para que el Ayuntamiento pueda darle esa licencia. La redacción de este tipo de informes técnicos para la obtención de una licencia de actividad de un bien municipal suelen realizarla los técnicos municipales de urbanismo, pero en este caso el consistorio ha optado por externalizar este trámite.

La reforma del recinto de la Plaza de Toros, tras 30 años de abandono que la habían dejado en estado ruinoso, quedó sin inaugurarse oficialmente ya que, ironías del destino, la terminación de las obras coincidió con la campaña electoral para las elecciones municipales de 2019, por lo que no se podía realizar ese tipo de acto, muy a pesar de lo que les suele gustar a los políticos cortar las cintas. Casi dos años después del fin de las obras las dependencias que estaban destinadas a ser una cantina y un museo del toro están cerradas y solo se puede disfrutar, en el exterior, del parque infantil que se ubicó allí. Eso sí, el Ayuntamiento ha limpiado de malas hierbas y matojos el albero, que el pasado verano presentaba una imagen lamentable de desidia, pese a la millonaria inversión en rehabilitar el recinto, que ascendió a más de 563.000 euros.

Sobrecostes

Esta inversión no estuvo exenta de polémica por los sobrecostes de las obras. El Ayuntamiento de Orihuela recepcionó los trabajos en mayo de 2019, adjudicados en enero de 2018, y que en un principio estaba previsto que se terminaran en octubre de ese año. Sin embargo, los retrasos por los modificados y obras complementarias que el consistorio realizó incumplieron los plazos e incrementaron en un 40% el coste de las obras. El proyecto se adjudicó a la empresa Caselles Valero SL por 399.529 euros. A este importe hubo que añadirle los modificados al proyecto inicial, que ascienden a 40.355 euros, y el contrato complementario para finalizar la obra, que se adjudicó a la misma mercantil con un precio de 123.714 euros, por lo que los sobrecostes de los trabajos sumaron 164.000 euros. El gobierno oriolano justificó entonces que la inversión extra en la Plaza de Toros no era un sobrecoste sino obras diferentes a las previstas y mejoras.

«Es indignante»

Desde Cambiemos Orihuela exigen al gobierno local que aclare las razones de este contrato. «Es indignante que se recurra a una empresa externa para unos trámites que debieran ser propios del Ayuntamiento», señaló a este diario el edil de la formación Javier Gracia. Gracia critica que «este nuevo sobrecoste de 8.000 euros se añade a los de la reforma del recinto». Cambiemos pone en evidencia «las enormes deficiencias en el diseño y ejecución de la obra, a pesar de que el Ayuntamiento dio el visto bueno a la recepción del recinto», a lo que achaca «podría ser por lo que no está concedida la licencia y se haya externalizado su gestión».

Para el edil, «es otra muestra de la negligencia sistemática del gobierno de Bascuñana, ejecutar obras sin plan ni visión de municipio, con sobrecostes y un uso irresponsable de los recursos públicos, y el reflejo de un gobierno poco diligente, que protege más los beneficios de unas pocas empresas que el interés general».

El arquitecto advirtió del bajo precio de licitación

El arquitecto alertó en 2016 de que el proyecto de reforma de la Plaza de Toros podía tener mayores costes del precio de licitación al reconocer que, por la complejidad del mismo, no fue posible analizar la totalidad de los elementos constructivos por lo que «las soluciones planteadas y el alcance de la intervención, en algunos elementos en el presente proyecto, podrán verse modificados en parte», dijo. Algo que sucedió. Hubo también que subsanar posibles taponamientos en el sistema de evacuación del agua y, aunque el recinto pudo mantener su fisonomía, se destruyeron gran parte de las gradas.