El sector de la alcachofa, el cultivo estrella de la Vega Baja, está atravesando uno de sus peores momentos. La DANA que arrasó la comarca en septiembre de 2019 dio al traste con el 60% de su producción, perdiéndose unas 15.000 toneladas de las 25.000 previstas esa campaña. Y aún se arrastran las consecuencias de esa devastadora gota fría. En esta campaña se ha plantado un 15% menos de superficie porque hay muchos agricultores que todavía no se han recuperado económicamente y no han podido comprar nuevas plantas de alcachofa, ni arreglar sus campos o labrar y abonar sus tierras, tras el paso de las intensas lluvias y el desbordamiento del río Segura en aquellos fatídicos días. Lo más sangrante es que la gran mayoría de los productores no han recibido ayudas después de perder 9 millones de euros por la DANA. El 90% de las explotaciones de hortalizas no están aseguradas y todas las administraciones se han desentendido, a pesar de las millonarias pérdidas para este sector, que pide la llegada de subvenciones para estos agricultores.

El presidente de la Asociación Alcachofa de la Vega Baja del Segura, Diego Martínez, ha reclamado ante las Cortes Valencianas que se contemplen ayudas directas que amparen a los agricultores de hortalizas afectados por la DANA que no tenían seguro, así como apoyo de cara a los gastos e inversiones de próximas campañas y un plan de promoción para incentivar el consumo de productos de la huerta de la Vega Baja. Más del 90% de estos productores no contratan esta póliza del seguro por su alto costo y las pocas coberturas que ofrece. «Se encuentran en una situación límite y no han recibido ningún tipo de ayuda porque uno de los requisitos es que tengan asegurada su producción», explicó Martínez.

Al respecto, el presidente de la asociación de la alcachofa pidió ayuda y soluciones para estos agricultores «que son la base esencial de la huerta, el pilar fundamental de un símbolo de la comarca y el gran motor socioeconómico de la Vega Baja». «Tender la mano y ayudar a miles de familias que lo han perdido todo es solo cuestión de voluntad política. Se puede buscar la fórmula para no dejar atrás a los agricultores y aplicar medidas extraordinarias para desastres de magnitudes excepcionales», les conminó a los diputados autonómicos en su intervención telemática en la comisión de estudio sobre las medidas de prevención de los riegos de inundaciones de la Vega Baja.

Para los productores de hortalizas no ha habido ayuda que valga, porque todas estaban vinculadas a la tenencia de la póliza con el Sistema Nacional de Seguros Agrarios. La alcachofa es el cultivo que siempre ha resultado más rentable para los agricultores de la Vega Baja por su alto precio de venta. Todos los cultivos de alcachofa que se encontraban en la margen izquierda del Segura se perdieron con la DANA y el agua que se acumuló en los días posteriores. A ello se suma el lucro cesante derivado del sector como los almacenes, la industria conservera, las subastas, las compañías de semillas, plantas y fitosanitarios así como las empresas de transportes y envases que vieron muy mermada su actividad por la escasa actividad en el campo.

En esta campaña, cuyo primer colmo está a punto de acabar, se estima una producción de 22.000 toneladas. El precio actualmente, en la subasta, es de entre 90 y 95 céntimos, menos de un euro, y la demanda ha bajado en las últimas semanas debido al cierre de la hostelería por las medidas anticovid.