La presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig, ha manifestado este martes en el Hospital de Torrevieja su rechazo a la reversión del departamento de salud a gestión pública, anunciada por la Generalitat para cuando acabe la concesión en 2021: "No hay razón técnica ni sanitaria, solo sectarismo e ideología. Lo que funciona no se debe tocar" y ha anunciado una "batalla politica" en las Cortes para impedir el punto final al contrato de la Generalitat con Ribera Salud.

Algo que ha reivindicado con el comité de empresa de este centro, gestionado por Ribera Salud, junto al presidente del PP de Alicante, Carlos Mazón; el alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, y el portavoz 'popular' de Sanidad en Les Corts, José Juan Zaplana. En la rueda de prensa realizada en el acceso al vestíbulo del área de administración del Hospital de Torrevieja también se encontraga el equipo directivo al completo del departamento de salud, encabezado por la gerente Eva Baró, además de una treintena de trabajadores del centro sanitario.

Bonig, ha insistido, como ya ha hecho en los últimos meses, en que la postura de su partido es clara, "no a la reversión", y ha criticado que la consellera de Sanidad, la socialista Ana Barceló, lo anunciara en octubre "sin consenso, sin criterios técnicos ni sanitarios, por puro sectarismo y motivos ideológicos".

Por contra, ha defendido la colaboración público-privada y ha vuelto a recordar que la Sindicatura de Comptes valoró a este centro y al del Vinalopó, en Elche y del mismo grupo, perteneciente a la empresa norteamericana Centene Corporation, como "los más eficaces y eficientes" de la Comunitat Valenciana. También ha destacado los reconocimientos recibidos por el hospital, "un modelo de éxito y referente en España y a nivel europeo e internacional". Modelo que impulsaron en los años noventa y dosmil sucesivos gobiernos del PP en la Generalitat.

Bonig ha sostenido así que "lo único que hay para justificar la reversión es mucha ideología", cuando no cree que en medio de la peor crisis sanitaria haya que dejarse "llevar por el sectarismo".

A partir de ahí, ha reiterado al 'president' de la Generalitat, Ximo Puig (PSPV), que cuenta con el apoyo del PP para impedir la reversión, además de instarle a no dejarse guiar por sus socios (Compromís y Podem) para que "se puedan cumplir todas las condiciones e inversiones de la concesionaria, se garanticen los más de 1.200 puestos de trabajo y la Vega Baja siga teniendo un sistema que ofrece una sanidad pública, gratuita y de la mejor calidad".

También ha garantizado que llevarán las peticiones de los trabajadores al parlamento, mientras ha criticado que ni Puig ni Barceló "han ido a escucharles" y a decirles cuál va a ser su futuro laboral, sus condiciones de trabajo y la fórmula jurídica para llevar a cabo la reversión.

Precisamente, Bonig ha recordado que hace unos meses visitó el Hospital de la Ribera, en Alzira (Valencia) y de gestión pública desde 2018, y "unánimemente, los trabajadores dijeron que la reversión había sido perjudicial para la calidad asistencial y para los derechos de los trabajadores".

"Puig tiene la última palabra, que no haga caso a la parte más ideologizada de su gobierno. Si sigue adelante con la reversión, desde el PPCV plantaremos batalla política en Les Corts", ha aseverado, además de prometer que, si es elegida presidenta de la Generalitat, hará de la Comunitat un "gran clúster sanitario" con colaboración privada.

Rueda de prensa de Bonig

La pandemia y las normas de reversión

En relación al proceso de reversión, la gerente del departamento, Eva Baró ha insistido, a preguntas de los medios, en que el departamento no va a poder a antender las reclamaciones de información que la Generalitat exige a la concesionaria al margen de que la situación epidemiológica mejore.

Como avanzó INFORMACIÓN, Ribera Salud justificó su falta de respuesta a la solicitud de información que se reclama en las normas de reversión porque el departamento tiene todos sus recursos dispuestos para hacer frente al covid y no puede emplearse en otro cometido.

Esas normas de reversión forman parte de la hoja de ruta de la Generalitat para el proceso con el que pretende poner fin al contrato de Ribera el próximo mes de octubre. En ellas se requiere a la concesionaria datos exhaustivos sobre la situación de la plantilla y los contratos y de los medios materiales con los que dispone la concesión, que se puso en marcha en octubre de 2006.

De hecho, Ribera ha llevado esas normas de reversión al contecioso administrativo, en un procedimiento que debe resolver el Tribunal Superioro de Justicia de la Comunidad Valenciana. Baró ha dicho que la situación actual es mejor que la de las últimas semanas pero que la "pandemia va a esta ahí durante todo el año" y que, por ejemplo, los sanitarios ya temen que pueda producirse un repunte de casos en Semana Santa.