Una lluvia «buenísima» y que llega en el mejor momento. Así valoran los sindicatos agrarios Asaja y Unió las precipitaciones que en algunos puntos de la Vega Baja han sumado acumulados de más de 90 litros por metro cuadrado. «Es una lluvia que ha calado en la tierra, sin provocar erosión. Ha limpiado las hojas de los cítricos que acumulaban mucho polvo de la calima de las últimas semanas», explica el secretario de Asaja-Jóvenes Agricultores, José Vicente Andreu.

Ha sido un episodio similar al que se produjo en enero, con la borrasca Filomena pero con mayor volumen de precipitación. De hecho, desde enero la Vega Baja, la mayor zona agrícola productora de la provincia, ha encadenado más de 50 días sequía, sin precipitaciones registrables en los pluviómetros. Y después además de un febrero inusualmente cálido.

Con el agua del domingo y la madrugada del lunes un agricultor que riegue con recursos del trasvase va a ahorrarse, al menos, el abastecimiento de una semana completa, lo que supone un 20% del gasto mensual de agua en los bancales que tienen dotación del Trasvase Tajo-Segura. Además se produce justo ante del proceso de floración de los cítricos, naranjas y limoneros. Algo que con el aumento de las temperaturas propiciará una buena producción de variedades de limón y naranja.

Las precipitaciones han limpiado las hojas de los cítricos, que reciben el agua en el momento que van a comenzar la floración y tras un febrero muy cálido. Las lluvias benefician también el arranque de la segunda cosecha de alcachofa

La mitad del año

Entre las lluvias de enero y las que se han recogido este fin de semana en algunos puntos de la Vega Baja ya se ha recogido el equivalente a la mitad de las precipitaciones medias de todo el año. En torno a 160 litros por metro cuadrado, según la misma fuente del sector agrícola.

Las lluvias dan un balón de oxígeno también a la recta final de la producción de uno de los cultivos estrella de la huerta del Bajo Segura: la alcachofa. Ha limpiado la tierra y las plantas y permite diluir la salinidad acumulada por el riego con el agua del río, en el caso de los cultivos de la huerta tradicional, que se nutre de recursos hídricos del Segura, pero también en los campos regados con el Trasvase. Por su parte, Antonio Gutiérrez, secretario comarcal de la Unió señaló que este agua «da vida» a la agricultura de la comarca. En el caso de la huerta ahorra un riego -según el juzgado de Agua o Comunidad de la que se trate se riega cada 15 o 20 días-. Las alcachofas van a iniciar el segundo colmo-la segunda cosecha de la misma planta- que se prolonga hasta el mes de mayo. Una planta que ha recibido un riego extra que permitirá elevar la producción hasta un 15%, según las mismas fuentes.

Desafortunadamente las precipitaciones de los dos últimos días se han concentrado en las zonas litorales de la cuenca del Segura y el interior de la Vega Baja. No en la cabecera. Los embalses están a un 41% de su capacidad. Algo más que la misma semana del año pasado pero 7 puntos por debajo de las reservas que la media de la última década. Lograron aumentar sus reservas con las aportaciones de nieve y el deshielo posterior por la borrasca Filomena. Como ocurre cada vez que aumenta de forma moderada su caudal, el Segura arrastraba de nuevo espumas procedentes de vertidos procedentes de la Región de Murcia. Mientras tanto los embalses que abastecen al acueducto del Tajo-Segura, Entrepeñas y Buendía, suman más de 870 hectómetros cúbicos reservas, muy por encima del nivel que permitiría trasvasar más de 30 hectómetros a la cuenca del Segura, aunque la infraestructura lleva meses sin poder enviar el agua al sureste por las obras en el embalse de la Bujeda.

Un volumen equivalente a tres meses de recursos del Trasvase

Las precipitaciones llegan justo cuando el campo no puede recibir agua del acueducto por unas obras

Las inesperadas lluvias del pasado fin de semana (se esperaba mucha menos cantidad y con el agua mezclada con el barro) han tenido un efecto mágico en el sector agrícola castigado en los últimos meses por el cierre obras del trasvase Tajo-Segura y el bloque del Gobierno al Júcar-Vinalopó. Según un primer balance de la organización agraria Asaja-Alicante, los sesenta litros por metro cuadrado de media durante el pasado fin de semana en la provincia han supuesto un riego, el de primavera, lo garantiza buenas cosechas (otro tema serán los precios a pie de bancal) al representar tres meses de trasvase medio. Jóvenes Agricultores ASAJA Alicante considera que las lluvias caídas en la comarca de la Vega Baja desde el domingo, donde se han acumulado entre 50 y 60 litros por metro cuadrado dependiendo de los municipios, son «oro» para el campo tras más de 50 días sin caer una sola gota de agua. Asimismo, la organización afirma que la climatología ha venido a solucionar «la inoperancia política en lo referente al trasvase Tajo-Segura, cuyas obras en el embalse de La Bujeda continúan y acumulan un retraso de cuatro meses, con lo que las trasferencias que se aprueban mensualmente se siguen almacenando en la cuenca cedente y los regantes se están teniendo que abastecer del Segura, donde continúan bajando las reservas de la cuenca más deficitaria de España, según la última actualización de embalses de Transición Ecológica», según apuntan en un comunicado.