Cambiemos Orihuela y Claro han denunciado «las prisas» del gobierno local de PP y Cs por aprobar el proyecto de Cala Mosca, donde se pretende construir 2.000 viviendas en la última zona virgen de Orihuela Costa. Ambas formaciones aseguran que el gobierno local pretende llevar la aprobación a pleno saltándose un informe que el secretario del Ayuntamiento ha pedido que se haga antes de elevar la propuesta a la sesión plenaria. Concretamente, señalan que el director de de Urbanismo, Juan Ramón Mancheño, sólo solicitó informes sobre el planeamiento y la modificación del plan parcial, pero omitió el proyecto de urbanización.

El edil de Cambiemos, Carlos Bernabé, explicó ayer que existe un informe de la Secretaría que solicita, entre otras cosas, que, con carácter previo al sometimiento de la propuesta de acuerdo al pleno, «se emita informe de los servicios técnicos municipales sobre la modificación del Proyecto de Urbanización». Sin embargo, según explica el concejal, «tras revisar cuidadosamente el expediente», ese informe no está. Este asunto, a juicio de Cambiemos, supone una aceleración de los trámites «para que este asunto fuera a pleno cuanto antes». «Tenemos la sensación de que Gomendio, el promotor, tiene prisa y, peor todavía, que el gobierno de Orihuela también, hasta el punto de que se está tramitando el expediente no pensando en el interés de la administración o del municipio, sino del urbanizador». Y recuerda que hay un informe desfavorable de Carreteras a ese proyecto que califica de «aberración y violencia urbanística». La Dirección General de Carreteras se ha opuesto al plan de construcción en Cala Mosca puesto que significaría una saturación de la carretera N-332, ya de por sí congestionada en temporadas altas, y que incide en los peligros para la salud, contaminación y ruido derivado de la saturación en esa parte de Orihuela Costa.

Un proyecto al que tanto Cambiemos Orihuela como Claro han venido mostrando su oposición frontal durante los últimos años. Desde Claro afirman que todos los aspectos de "ese proyecto de destrucción medioambiental y social", deberían ser debatidos públicamente antes de considerar el dar luz verde a un plan "que tapará con ladrillo y hormigón, la fachada de la última playa virgen de Orihuela". Cambiemos y Claro señalan, además, que el gobierno pretende ignorar, con la aprobación del proyecto, la sobrecarga que conllevaría el sistema de saneamiento, "que se encuentra actualmente en un estado de casi colapso y que no será solucionado con el parcheo del plan anunciado por el gobierno, que incluye el desvío de todos los excedentes que la depuradora no pueda tratar de la población actual, a ayuntamientos limítrofes".

En ese sentido, Cambiemos y Claro insisten en que «es evidente que este proyecto es una aberración ambiental, urbanística y socioeconómica, Gomendio lo sabe y quiere acelerarlo para consumarlo cuanto antes, lo que es lamentable es que el gobierno local parece estar de parte del promotor y no de la del municipio y el territorio».