Un enorme tanque de tormentas de 200.000 litros evitará inundaciones en las calles de Bigastro, como las que provocó la DANA de septiembre de 2019. El Ayuntamiento ha invertido 120.000 euros en esta infraestructura, situada junto a la CV-95, frente al centro de salud de la localidad. El objetivo es reducir el impacto de las lluvias torrenciales que anegan algunas de las calles del municipio, como la avenida Tomás Villanueva, paralela a la carretera que une Orihuela y Bigastro y que fue una de las más afectadas durante la gota fría de hace año y medio.
La localidad es una de las primeras de la Vega Baja en poner solución a los problemas de inundaciones que evidenció la DANA en los diferentes municipios de la comarca. Los tanques de tormentas son unos enormes depósitos creados para almacenar las primeras aguas de lluvia, que además son las más contaminantes -más incluso que las aguas fecales- porque arrastran toda la suciedad acumulada en las calles y en el asfalto.
El concejal de Urbanismo de Bigastro, Antonio Meseguer, explicó este miércoles que el tanque de tormentas «cumplirá con su principal objetivo que es el de eliminar las inundaciones, que se producen ante fuertes lluvias». Este aliviadero permitirá almacenar el agua de las precipitaciones, que después podrá reutilizarse, según señaló el responsable municipal. «El proyecto apuesta por los ciclos de economía circular a la vez que medioambientales con el aprovechamiento del agua de lluvia», indicó Meseguer. De este modo, el Ayuntamiento destinará las recogidas de agua al regadío, para que puedan usarla los regantes en sus riegos en la huerta. Pero también podrá hacer uso del agua que quede almacenada cualquier vecino del municipio, siempre y cuando la destine al riego o al baldeo. Los vecinos interesados podrán llevarse ese agua, de manera gratuita, previa solicitud al consistorio.
En cuanto al agua que no se retire pasados diez días, se verterá a la acequia Alquibla para evitar que el tanque se llene de larvas de mosquitos, además de que la misma favorecerá el caudal para los riegos. En este sentido, el edil de Urbanismo agradeció a la Comunidad de Regantes de Bigastro las autorizaciones previas para el vertido de las aguas, lo que ha permitido que este proyecto se pudiera hacer.
Es, precisamente, en este municipio donde se están llevando a cabo otras actuaciones para evitar inundaciones. Es el caso de un acueducto bajo la CV-95 que deja pasar 20.000 litros de agua por segundo, para evitar el «efecto barrera» de esta vía. Por el tramo inundable circulan una media de 9.200 vehículos cada día. La actuación la ha financiado la Generalitat. Además, se están modificando, a nivel municipal, proyectos de inundabilidad en sectores importantes, uno con la previsión de unas 400 viviendas, para mejorar en este sentido antes de que se desarrollen.
