El Partido Popular ha pedido al equipo de gobierno del PSOE a través de una moción presentada al pleno "estudiar" la vuelta de la celebración semanal del mercadillo semanal a su ubicación original y tradicional en el centro del casco urbano. La formación recuerda que esa localización fue la aprobada por el alcalde José Luís Sáez Pastor (PSOE) en el año 2015.

Los populares creen que el regreso del mercadillo al corazón del casco urban se puede llevar a cabo "aplicando la normativa actual respecto a la covid y tomando las medidas pertinentes para garantizar la seguridad tanto de clientes como de vendedores". Sáez decidió trasladar hace unos meses el mercadillo a un solar de pequeñas dimensiones primero, en la Era de la Madaleneta, en el que apenas se podían instalar el 30% de los 110 puestos y luego -tras las críticas y manifestaciones de mercaderes y usuarios- al polígono industrial, con el argumento de que ese espacio cuenta con mejores condiciones para cumplir la normativa para evitar la propagación de la enfermedad -con accesos de entrada y salida controlados-.

Los comerciantes ambulantes, los comerciantes y hosteleros y otras actividades del centro han cuestionado el cambio que consideran que el primer edil ha reimpulsado -a raíz de la crisis sanitaria- un compromiso electoral con parte de los vecinos de sacar este espacio comercial semanal del centro del casco urbano.

El PP recuerda que su moción "viene propiciada y a petición del sector de los mercaderes ambulantes, los comerciantes y hosteleros del centro de Guardamar, el sector hotelero de nuestro pueblo, incluso en parking de Plaza del Ayuntamiento, todos ellos dañados económicamente por la decisión del equipo de Gobierno de trasladar el mercadillo municipal de los miércoles".

Además el PP pide en la moción "estudiar la implantación de un periodo extraordinario de renovación de licencias" de los mercaderes mediante "un procedimiento de información eficaz, permitiendo recuperar las licencias anuladas durante el año anterior, ya que los titulares no fueron debidamente informados. También piden la revisión "de horarios de apertura y cierre de mercadillos y aforos, dentro de los márgenes de la ley, adaptando la normativa al legítimo derecho de los vecinos al descanso que sea compatible con la actividad económica que beneficia a todos". También la "solución y compensación del cuarto trimestre de 2020, que solamente se cobró al sector de los mercaderes y utilizando la normativa más perjudicial para sus intereses" y la inclusión del sector en las ayudas de la Unión Europea. Para la oposición el sector de la venta ambulante ha sido "sin duda, uno de los más afectados desde el pasado mes de marzo". Recuerda que al cierre obligatorio decretado durante los primeros meses del estado de alarma, "se une al cambio de ubicación a la Era de la Madaleneta, un lugar, que no está preparado para ejercer esta actividad". El PP explica que al ir ampliándose el aforo de vendedores ambulantes, se intentó introducir 110 puestos, "resultando ser un peligro tanto para vendedores como para clientes y con unas condiciones de salubridad bastante escasas". Algo que provocaba que "prácticamente con sólo los vendedores, se colmara el aforo, por lo que desde el punto de vista económico era una ruina añadida a los inconvenientes ya citados". Este sector, recuerda el PP, decidió reunirse y dialogar con el Ayuntamiento en varias ocasiones. Pidió, sin éxito, volver a "la ubicación de siempre" con nuevas medidas adaptadas a la situación, separación por vallas movibles, "de manera que se podría estar al 75%, sin ser obligatorio un recinto cerrado, se les obligó a trabajar al 33%, o sea, trabajar 1 semana al mes, en plena temporada alta, en un lugar que nadie pidió y en contra de la opinión de los trabajadores del mercadillo".

Esta situación llevó a muchos de los comerciantes, "por desgracia, a cerrar (en su instalación semanal en Guardamar) o a ver disminuida su actividad habitual hasta en un 80% como media, por vendedor" y desencadenó "una respuesta unánime de todo el colectivo de mercaderes, ejerciendo su derecho de protesta y huelga, negándose a montar el mercadillo y haciendo recorridos protesta por todo el pueblo".

Tras las protestas el Ayuntamiento y mercaderes abrieron una nueva mesa de diálogo. Pero los mercaderes se encontraron, aseguran, "con otra imposición idéntica a la anterior, es decir, un lugar -varias calles del Polígono Industrial- sumamente reducido, con acceso muy difícil para la población y con muy malas condiciones para desarrollar nuestra actividad, así como de nuevo, haciendo oídos sordos del resto de los sectores económicos del pueblo que clamaban una ubicación más céntrica para levantar la economía local, ya bastante castigada por la covid. Y haciendo oídos sordos también, al pueblo de Guardamar". Según recoge la moción "a día de hoy, los mercaderes siguen en una situación desesperada y de ruina en este sector. Siguen las interminables colas, debido a que seguimos en un recinto cerrado y sin apenas clientes".

Aplicación de la ordenanza

Según aseguran los vendedores, además, el Ayuntamiento ha aprovechado "los parones por protesta, los días de mal tiempo, la no venta por la mala ubicación y los mercadillos “quebrados”, para aplicar "con excesiva dureza la ordenanza de las faltas de asistencia, retirando a muchos compañeros su licencia de décadas para ejercer la venta en esta localidad. Obviando esta normativa el derecho de vacaciones de los autónomos. No estamos en contra de que se aplique esta ley, pero creemos que, en estos momentos, no es necesario la aplicación tan dura, haciendo que muchas familias pierdan sus trabajos y la oportunidad de llevar ese día el sueldo a casa".

Además "del calvario en estos siete meses, en enero se les hizo llegar el pago del último trimestre de 2020, el cual sólo hizo pagar a este gremio y además con el agravio de cobrarnos con otro epígrafe, el b del artículo 6 de la cuota tributaria, por lo cual pagamos por 5 o 6 días que se nos permitió montar, la cuantía casi igual que el montaje de un trimestre completo. Es decir se aplicó la normativa más gravosa para los mercaderes".

Esta situación, según recoge el PP en nombre de los mercaderes, ha perjudicado "gravemente a todo el comercio y hostelería del centro histórico de Guardamar, afectando a los ingresos y al empleo tal como lo demuestra una encuesta realizada por el Grupo Popular" a casi todos los locales del centro. "También hemos podido constatar el malestar de los empresarios del polígono industrial al igual que el sector hotelero que ve como uno de sus reclamos turísticos alternativos al sol y playa, desaparece".