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Guardamar denuncia ante Costas las obras sin autorización de vecinos de la playa Babilonia para proteger las casas del temporal

Las viviendas en primera línea carecen de concesión desde 2018 al considerar el Ministerio que ocupan la ribera del mar aunque los vecinos llevaron el asunto a la Audiencia Nacional, que no ha resuelto el litigio/ El TSJ dio la razón a los propietarios a la hora de ubicar escombro para evitar daños aunque las obras que realizan carecen de proyecto y autorización

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Guardamar denuncia ante Costas las obras sin autorización de vecinos de la playa Babilonia TONY SEVILLA

Policía Local de Guardamar y Guardia Civil han identificado en los últimos días a empresas de transporte y vecinos de la playa de Babilonia que acopian piedra para proteger viviendas en primera línea de playa ante el nuevo temporal marítimo que hace peligrar la estructura de estas casas. El alcalde de Guardamar, José Luis Sáez (PSOE) explicó que el área de Urbanismo trasladará este información a la dirección general de Costas para que abra un procedimiento administrativo sancionador a sabiendas de que expedientes anteriores han sido archivados.

Los vecinos cuentan con el aval de varias resoluciones judiciales que amparan su actuación mientras las casas estén en peligro. El alcalde ha vuelto a reclamar al Ministerio de Transición Ecológica una solución en colaboración con los propietarios ante una situación legal y ambiental que se ha ido complicando en los últimos años. El municipio se ve obligado a cerrar el tramo de playa de uso público porque está ocupado por el material de escollera.

Estas 90 viviendas tradicionales ubicadas a lo largo de la avenida Ingeniero Codorniu se levantaron hace casi un siglo a pie de playa. En enero de 2018, meses antes de la fecha de caducidad de la concesión del dominio público, solicitaron prorrogarla. Costas respondió un año y medio denegándola con el argumento de que las viviendas ocupaban la ribera del mar. Es decir, en momentos de temporal el mar rebasa el terreno que ocupan. Los afectados, muchos vecinos de la Vega Baja y Elche, llevaron el asunto ante la Audiencia Nacional, que no ha resuelto el litigio y por lo tanto las concesiones figuran como vigentes. Costas, de hecho, sigue girando el canon anual de entre 1.000 y 3.000 euros anuales, según indica el secretario de la Asociación de vecinos de Babilonia, Manuel López

A finales de 2016 los temporales hicieron que se desplomara la acera de unos dos metros de ancho que separaba las casas de la arena. Una acera construida en 1930 y que daba acceso a la playa de Vivers. Fue en ese momento cuando los vecinos actuaron haciendo acopio de material de protección con la misma piedra que emplea Costas en estas situaciones, según la Asociación.

Cada vez que Costas ha tramitado un expediente de sanción se ha invalidado porque los vecinos también llevaron al contencioso administrativo esas multas en 2017. Y el Tribunal Superior Valenciano y el Supremo les dio la razón a la hora defender las viviendas del oleaje con la salvedad de restituir la zona a su estado anterior cuando pasa el peligro. Algo que no ha sucedido porque las olas llegan a las casas cada vez que hay temporales.  

Efecto desembocadura

Los propietarios aseguran que el impacto cada vez mayor de los temporales en las viviendas, que es el que hizo que Costas considerara que ocupan ribera del mar, se debe a la acción humana. En concreto, a las obras que ampliaron la capacidad de evacuación del río Segura con un espigón. Según aseguran esas obras impiden desde hace aproximadamente dos décadas los sedimentos lleguen a la playa como lo hacían de forma natural antes de esa intervención y piden que se lleve a cabo un proyecto de regeneración. La regresión del arenal ha sido espectacular. 

La Asociación de Babilonia, que cuenta con un proyecto para recuperar la acera de la fachada marítima, ha advertido que la avenida Ingeniero Codorniu, en la que el Ayuntamiento presta servicios como el de recogida de basura e incluso zona azul, hay distintos socavones sobre los que no ha actuado y que amenzan con dejar incomunicadas parte de las viviendas. Las mismas fuentes anticiparon que si el Ayuntamiento no actúa en este punto lo llevarán también al juzgado.

Los propietarios, algunos con varias generaciones de uso de estas pintorescas casas junto al mar, aseguran que el impacto cada vez mayor de los temporales en las viviendas se debe a la acción humana, pero no al cambio climático. En concreto, a las obras que ampliaron la capacidad de evacuación del río Segura unos metros más al norte de esta misma playa con un espigón. Según aseguran esas obras impiden desde hace aproximadamente dos décadas los sedimentos lleguen a la playa como lo hacían de forma natural antes de esa intervención. Algo, aseguran, que avalan distintos estudios técnicos de expertos en riesgo físico y que ha provocado una enorme regresión del arenal, que ha perdido en 20 años una superficie equivalente a 800 campos de fútbol entre la desembocadura del río y Babilonia.

Los propietarios de las casas han cuestionado el criterio de Costas para considerar que sus viviendas no puedan prorrogar la concesión. En especial en comparación con otros edificios del litoral de la Vega Baja en plena ribera del mar, como es el caso del Luz Mar en playa de Los Locos, al que llega de forma habitual el oleaje de las calas, y que ha prorrogado su concesión.

Costas, que no ha respondido a la petición de información de este diario, como es habitual tampoco se ha personado con su personal en Guardamar para determinar qué estaba ocurriendo, aunque sus funcionarios si suelen documentar cualquier cambio que se produzca en las viviendas.

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