Cuando un empresario decidió plantar en su jardín de Orihuela, en los años 90, unos cactus de largas espinas, difíciles de encontrar en nuestro país, a buen seguro que no podía imaginar el daño medioambiental que iba a provocar. Pronto descubriría la habilidad de esta planta, el cactus de Arizona (Cylindropuntia rosea), para expandirse sin control y trató de deshacerse de ella tirando todos los plantones en una escombrera de Montepinar. Un gran error de graves consecuencias que aún hoy, casi 30 años después, siguen siendo devastadoras. No tardaron los artejos del cactus en tomar un nuevo territorio, la Sierra de Orihuela y, en los últimos meses, ha encontrado también un buen hogar en el Monte de San Miguel, justo enfrente del Palmeral, que es BIC.
La Concejalía de Medio Ambiente de Orihuela está muy preocupada con el avance de esta especie invasora que está proliferando sin control por el término municipal. «Ha ocurrido lo que nos temíamos, el cactus no se detiene y ha colonizado el Monte de San Miguel», lamenta el edil del área, Dámaso Aparicio. La especie ya se ha podido ver por las cercanía del Castillo, por el paso sobre el túnel de la N-340 y hasta en las inmediaciones del barrio de San Isidro y el de San Antón. Esta especie invasiva y depredadora sólo necesita que se suelte un pequeño trozo para, movido por el viento, formar una nueva planta incluso a kilómetros de distancia, de ahí la importancia de erradicar los plantones que se localicen. Además, el clima de la zona le favorece. Como en su lugar de origen, el desierto de Sonora al suroeste de Estados Unidos y el norte de México, el ambiente seco y árido de la Sierra de Orihuela es el ambiente propicio para su reproducción.
De la sierra oriolana ha saltado al Monte de San Miguel y el consistorio teme que el próximo lugar en el que aparezcan sus poderosas, y enormes, púas sea en el espacio protegido del Palmeral. «Es difícil que en la zona donde están las palmeras crezcan ya que hay humedad, todo lo contrario de lo que necesita el cactus, pero sí tememos que afecte, y seriamente, a su ecosistema, como a la fauna que vive allí», explica Aparicio.
LA CLAVE
Rápida propagación
Un minúsculo trozo de cactus es suficiente para que nazca otra planta
Una pequeña parte que se suelte de esta especie invasiva es suficiente para formar una nueva planta, incluso a kilómetros de distancia.
El Ayuntamiento de Orihuela actuará en el Monte de San Miguel, de propiedad municipal, para tratar de eliminar el mayor número de ejemplares. Voluntarios del Grupo Oriolano de Montañismo (GOM) llevan semanas llegando a las zonas más escarpadas, prácticamente haciendo rapel, eliminando los ejemplares que ven. Pero no es suficiente. «No tenemos ayuda de la Generalitat, no ha venido nadie a verlo, ni a actuar, ni de Red Natura, ni de Vida Silvestre», dice el edil, quien acusa al Consell de «inacción». «Si hubiera actuado, como le hemos estado pidiendo desde hace tiempo, en conservar y mantener la erradicación del cactus en la sierra, no hubiera saltado al Monte de San Miguel», añade.
LA CIFRA
214 Toneladas de cactus que la Generalitat retiró entre 2010 y 2013, última acción
El Consell invirtió más de 912.000 € en erradicar la planta en tres años, y desde entonces poco se ha hecho.
La Conselleria de Medio Ambiente es la competente para actuar en la Sierra de Orihuela, donde el cactus de Arizona se está expandiendo sin control. «Ahora vamos a tener que invertir dinero de todos los oriolanos para hacer lo que, en la sierra, es competencia de la Generalitat», indica Aparicio. Su concejalía ha encargado un estudio de prospección para localizar y eliminar el cactus en el Monte de San Miguel. En esta primera acción, el consistorio invertirá 3.400 euros. «Vamos a hacer, lo que la Conselleria de Medio Ambiente no hace, y como no ha hecho su trabajo de conservación, ya lo tenemos otra vez cerca de la ciudad», señala.
El Consell invirtió más de 912.000 euros entre 2010 y 2013 para acabar con el cactus invasivo en la sierra oriolana -la mayor inversión realizada en la Comunidad Valenciana para el control de una especie exótica invasora-. Se retiraron 214 toneladas del cactus invasivo y se dio por erradicado, pero aparecieron nuevos ejemplares tras ocho años en los que solo ha actuado contra él, en alguna ocasión, el Ayuntamiento de Orihuela. El mayor grupo de ejemplares está localizado en la cara sur de la sierra, la que da al Palmeral. «Llevaré personalmente algunos ejemplares del cactus a la consellera en València, para que tenga constancia de lo que está pasando en Orihuela, y estoy seguro de que si esto pasara en Elche el cactus estaría erradicado», dice Aparicio, quien asegura que el problema se hubiera evitado con un mero tratamiento de conservación y mantenimiento. Aparicio enviará cartas a la Conselleria de Medio Ambiente, al Ministerio y a la Comisión Europea informándoles de la grave situación. Además, el Grupo Popular de las Cortes Valencianas va a presentar una Propuesta No de Ley para que se destinen las partidas necesarias con el fin de conservar, mantener y evitar la propagación del cactus de Arizona en la Sierra de Orihuela, que es Zona de Especial Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
Los deportistas y senderistas que frecuentan la sierra oriolana para escalar o caminar deben hacerlo por los senderos y no por otros lugares no solo porque se pueden clavar las púas sino también porque se quedan pegadas en la ropa, botas y material deportivo trasladándolas a otros lugares y facilitando que los esquejes se reproduzcan. De hecho, uno de los factores que más ha ayudado a que el cactus Arizona invada buena parte del término municipal de Orihuela ha sido el tránsito por la zona. Así, sin quererlo, personas y animales favorecen la propagación de esta especie procedente de la región norteamericana que le da nombre.
